Qué pasa con el Cruce Austral Marítimo

El pasado 13 de agosto, funcionarios de la Administración General de Puertos aterrizaron en la provincia Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur para, entre otras cosas, comenzar las gestiones del anhelado Cruce Austral Marítimo, que tiene por objetivo unir la isla con Santa Cruz, sin tener que pasar por territorio chileno.

 

Según expresó la vicegobernadora Mónica Urquiza, quien recibió a la comitiva liderada por el subinterventor del organismo nacional Patricio Hogan, se evalúan cinco puntos donde podría ubicarse la cabecera del puerto fueguino que formará parte, efectivamente, del corredor.

 

Por su parte, Hogan adelantó que “se han licitado los estudios para hacer la contratación de donde se van a emplazar estos dos puertos y seguramente en el transcurso de la próxima semana el equipo técnico a cargo, arribará a la provincia para hacer el relevamiento necesario. La idea es que en el mes de mayo o abril del 2022 podamos comenzar con los procesos de licitación”.

 

En efecto, el equipo técnico está conformado por tres ingenieros y una bióloga, que se encargará de los estudios ambientales, quienes se reunirán con la Dirección Provincial de Puertos y con la Secretaría de Ambiente de la Provincia; para analizar los cinco puntos donde se podría ubicar la cabecera para crear el embarcadero fueguino del cruce austral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo cierto es que en los últimos 40 años son numerosos los estudios técnicos que se han realizado para concretar el Cruce Austral. Sin embargo, el gobierno nacional ya adjudicó la licitación para realizar una nueva investigación de prefactibilidad a la consultora Serman & Asociados S.A. (subconsultora Consulbaires S.A.) por la suma total de USD 802.515,23 por haber presentado la oferta más conveniente técnica y económicamente.

 

La compañía, fundada por Demetrio Serman, está actualmente comandada por los ingenieros Mauro Campos y Cristina Goyenechea, y ha prestado sus servicios a otros puertos de importante envergadura como el de Rosario y Quequén, además de empresas de gestión estatal como YPF, ADIF, AUSA y Belgrano Cargas.

 

En 2012, no obstante, mediante la Ley 26.776 que se definió como política de Estado la integración física del territorio continental de la República Argentina con su territorio insular de Tierra del Fuego, se encargó a la AGP la realización de un estudio técnico-económico para la elección de la ruta más adecuada para realizar el cruce marítimo. Es decir, hace casi ya diez años.

 

En ese entonces, se analizaron tres alternativas de puertos a utilizar en Santa Cruz y Tierra del Fuego (y distintas cabeceras –localización de muelle- en cada puerto):

 

1. Punta Dungeness (Cabo Vírgenes) – Espíritu Santo (Cañadón Alfa)

• Alternativa corta, minimiza el recorrido por mar (41 km)

• Implica pavimentar ruta, realizar obras portuarias y de infraestructura básica y servicios en ambas costas, en zonas actualmente despobladas.

• Costo: AGP lo estimó entre USD 500M y 700M.

 

2. Punta Loyola (Río Gallegos) – Cañadón Alfa

• Minimiza el tiempo de viaje por mar (160 km) pero considerando la infraestructura vial existente.

• No se estimó costo.

 

3. Punta Loyola (Rio Gallegos) – Caleta La Misión (Río Grande)

• Es la alternativa que resulta más conveniente.

• Prioriza el uso de infraestructura existente tanto portuaria como de accesos viales

• Implica una navegación de 245 km (aprox 4 horas)

• Costo: U$S 100M para mejorar la infraestructura portuaria (U$S 30 M en Río Gallegos y U$S 70 M en Caleta La Misión). El plazo de construcción es de aprox. 30 meses.

 

¿Para qué se necesita, entonces, un nuevo estudio técnico? Pal'Sur intentó comunicarse con el actual subinterventor de AGP. La respuesta fue que el tema “no está en agenda”. Claro, están las elecciones.