jueves 31 de octubre de 2024 - Edición Nº2157

Soberanía | 11 jun 2022

Jorge Alegrechy

🇦🇷 Soberanía y Modelo de país


 

El 4 de Junio de 1846 se libró la batalla de Punta Quebracho en lo que es hoy Puerto San Martín, Santa Fe, entre las tropas de la Confederación Argentina y la flota anglo-francesa, la más poderosa del mundo en aquel momento. La batalla en que verdaderamente se derrotó a los invasores, pues en la Vuelta de Obligado, siete meses antes, se los retuvo pero no se los pudo detener.  La Batalla de Punta Quebracho, como otros hechos de nuestra historia, fue ocultada por la historia oficial.

 

Hay que reivindicar esta batalla para que se sume al debate sobre la mal llamada Hidrovía, para hablar de federalismo, de la soberanía de los ríos y el comercio exterior. Tratan de hacer que el tema soberanía quede como una idea del pasado, y es una política que se implementó en nuestros programas de educación para borrar de la ciudadanía hechos históricos que reflejaron que hubo y hay un modelo de país a desarrollar para toda su población. 

 

Hay que revisionar nuestra historia. Desde el 25 de mayo de 1810 nuestra soberanía política y la independencia económica de nuestra patria fueron debilitadas por intereses privados y extranjeros que instalaron un modelo librecambista que beneficiaba a pocos comerciantes porteños en detrimento de las mayorías populares del interior.

 

Con J. M. de Rosas y la Ley de Aduanas se pudo con el modelo colonial, protegiendo la producción manufacturera local, lo que mejoró notablemente la calidad de vida de la población, equilibró la balanza comercial y quebró las estructuras del poder oligárquico de ese entonces.

 

Tras la batalla de Caseros en 1852, la oligarquía deshizo las medidas proteccionistas de interés nacional e impuso un modelo aperturista, especulativo, agroexportador y  colonial.

Hasta el gobierno de H. Yrigoyen, el poder económico en manos extranjeras, principalmente inglesas, no permitía el desarrollo industrial de los argentinos. La 1ª Guerra Mundial que obligó a sustituir importaciones y junto a la creación de la petrolera estatal, YPF, crearon condiciones para dar impulso a nuestra incipiente industria nacional.

 

Durante la “Década Infame” (1930-1943) el sometimiento a las potencias extranjeras luego del golpe de Estado de 1930, fue prácticamente la entrega del país por cipayos que la historia oficial no nombra. “Ilustres” apellidos que lo encontramos en estos días con las mismas ideas de aquellos.

 

El quiebre del modelo colonial se produjo con el gobierno de J. D. Perón, que con una fuerte voluntad política, logró los cambios estructurales necesarios para la reconversión de la matriz productiva, y se desligó de los factores que sostenían nuestra dependencia en la economía nacional y logró condiciones de bienestar nunca antes vivido por los argentinos.

El 9 de julio de 1947, en San Miguel de Tucumán, la misma de 1816, la Argentina declaró la independencia económica, que significaba dejar la dependencia de la Nación de todos los organismos internacionales, otra verdadera independencia.

 

El desendeudamiento externo, la administración del ahorro doméstico, con sentido al interés nacional, el control del comercio exterior, la creación de empresas del Estado en áreas industriales que permitió el crecimiento de las exportaciones y se sustituyeron importaciones, la realización de grandes obras de infraestructura,  la protección de un fuerte mercado interno basado en el trabajo y la justicia social, etc.

 

J. P. Perón planificó la economía a partir del Estado como promotor desde los sectores estratégicos. En 1948 se creó el Astillero Río Santiago para dar inicio a la industria naval en gran escala; en 1950, la Comisión Nacional de Energía Atómica; en 1951, en Córdoba se crea la Fábrica de Motores y Automotores; en 1952 Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME) con la función de desarrollar las industrias aeronáutica y automotriz, etc.

Además, se impulsó la industria pesada con la constitución de la empresa SOMISA, para producir acero en el país; la industria química pesada desde las plantas de Fabricaciones Militares; la Empresa Gas del Estado, etc.

 

El modelo de país con producción industrial y pujante mercado interno del peronismo, desde 1955 tuvo múltiples intentos para destruirlo, pero recién pudieron hacerlo entre 1976 y 1983 a través de una violenta dictadura cívico militar que implementó un modelo aperturista de economía de mercado e impuso un modelo de país semi colonia. 

 

Pasaron distintos gobiernos democráticos, pero solo entre 2003 y 2015, con el kirchnerismo, se gobernó por un país con soberanía política y justicia social.

 

Hoy, debemos realizar un proyecto nacional que actualice políticas que nos lleven a la independencia económica, la soberanía política y la justicia social en nuestra Patria.

Realizar un país que querían y lucharon tantos argentinas y argentinos como los de aquel 4 de junio de 1846.

 

Jorge Alegrechy

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
RELACIONADAS
MÁS NOTICIAS