Entrevistas | 16 jul 2022
Entrevista a la Dra María Sofia Vassallo
🇦🇷 "A 40 años de la guerra de Malvinas el gran desafío continúa siendo animarnos a la complejidad"
María Sofía Vassallo es Doctora en Ciencias Sociales (UBA) y Magister en Análisis del Discurso (UBA), e investigadora del Observatorio Malvinas, UNLa, del Instituto de Investigación y Experimentación en Arte y Crítica (UNA) y del Instituto de Investigaciones y Documentación Histórica del Peronismo (UNLaM), a raíz de su enorme trayectoria fue invitada a formar parte -como jurado- del concurso de ensayos que organiza el Congreso de la Nación "Malvinas: una historia de soberanía argentina", y quisimos conversar con ella sobre esta convocatoria nacional, y algunas facetas de su trabajo de investigación, análisis y militancia, en protección de la soberanía.
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- ¿De qué trata el concurso a que convoca el Congreso de la Nación?
Me convocaron a integrar el jurado de un concurso de ensayos históricos que organiza el Congreso de la Nación, que se llama “Malvinas una historia de soberanía argentina” y yo integro el jurado junto con Alejandra Barrutia, que es investigadora tiene una larga trayectoria y ha hecho aportes significativos al estudio de la guerra de Malvinas. Acaba de publicar un libro junto al equipo de Rosana Guber, la antropóloga que más ha contribuido a legitimar los estudios de la guerra de Malvinas en el campo científico nacional. El libro se llama “Mar de Guerra".
También integran el jurado: Julián Kelly, qué es investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (TDF, AeiAs); Daniel Alberto Luque, veterano de guerra del Congreso de la Nación, trabajador de la Cámara de Diputados e integrante de la comisión Malvinas del gremio a APL y Mario Volpe, veterano de guerra e investigador del Instituto Malvinas de la Universidad Nacional de La Plata y del Museo Malvinas. Somos cinco. Este es un concurso que el Congreso hace periódicamente y en este caso, en el año de 40 aniversario de la guerra está abocado específicamente a los temas relativos a Malvinas.
- ¿Tiene un plazo?
La fecha límite para presentar los trabajos es el 31 de octubre. Pueden participar mayores de 18 años, argentinos o residentes en Argentina. Tienen que ser trabajos que no se hayan enviado a otros concursos. Se requiere que sean trabajos inéditos, con una extensión de entre 40 y 80 mil caracteres. Se presentan con seudónimo y hay una serie de temas orientadores pero que no son excluyentes. Plantea ejes como: las Islas en el imaginario popular; Malvinas como causa de Estado; las Mujeres en la historia de Malvinas; la Causa en el parlamento.
Hay premios. El primero son 200 mil pesos, el segundo 150 mil y el tercero 100 mil pesos. Pero, además, todas las obras seleccionadas van a ser publicadas por el Congreso y se incluirán en la Biblioteca del Congreso.
Los que estamos desde hace tiempo con este tema, sabemos que el gran desafío en este 40 aniversario continua siendo meternos, animarnos a analizar la complejidad de la guerra y la cuestión malvinas. Superar estas dos matrices que se han instalado y que Rosana Guber define con tanta claridad. Por un lado, la que circunscribe la guerra al hecho político de la dictadura, para sostenerse en el poder en el marco de ciertos estudios de la historia reciente. Por el otro, la inclusión de la guerra como parte de la lucha por la independencia, pero abstrayéndose del contexto político en el que se produce, que es el de la dictadura. Es decir, por un lado se abstrae la guerra de la historia larga de Argentina, y por el otro se abstrae la guerra de la historia corta. Y lo que nosotros tenemos que entender, es la complejidad. Por eso es importante que investigadores, escritores y trabajadores de la cultura se pongan a pensar cuestiones que aporten a dar cuenta de esta complejidad, de esta riqueza, y de la multidimensionalidad de la guerra de Malvinas y de la cuestión Malvinas en general.
- En este sentido, vos hablás de la deconstrucción del héroe.
Uno de los núcleos centrales de lo que se ha llamado la desmalvinización, es justamente el intento de robarnos a los héroes de Malvinas, porque las acciones heroicas de los combatientes del 82, no son un invento, son hechos reales, con testigos, testimonios y reconocido por el adversario británico. Son hechos históricos que tienen un gran potencial movilizador, porque generan admiración, respeto, valores, empatía, generan valores, pensamientos, acciones. Y la desmalvinización, justamente, consiste en el proceso de desactivar estos valores, pensamientos y acciones en torno a la causa Malvinas, despojar la guerra de su dimensión heroica y patriótica para neutralizarla como factor de movilización popular en la lucha anticolonial. Así la define Julio Cardoso, fundador del Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús, y Fernando Cangiano, combatiente de 1982 y psicólogo.
Acá un eje central del discurso desmalvinizador es convertir las acciones heroicas y a los combatientes, en víctimas de la dictadura militar. La operación principal es la de desplazar la identificación del adversario. Si los combatientes son víctimas de la dictadura, entonces el adversario no es ya el invasor inglés, sino los oficiales militares argentinos. Operación que a su vez invisibiliza los crímenes de guerra británicos: que no son poca cosa.
Por eso también estamos llevando adelante el proyecto "Voces de Malvinas. Archivo de las memorias de los combatientes", que es un proyecto nos va a llevar la vida, y que por sus dimensiones es realizado de manera colectiva, abierta y federal, y requiere del trabajo de equipos de distintos lugares del país: de universidades, institutos de investigaciones, centro de veteranos y de familiares.
- En Tierra del Fuego, la Unión Malvinizadora presentó un proyecto, que hoy es Ley, para crear ese acervo patrimonial que tiene que ver con los relatos de los veteranos y familiares, que también son parte de la posguerra.
Realmente, las mujeres, durante la guerra de Malvinas tuvieron un rol muy importante. Hubo mujeres que participaron activamente, como el personal civil y las enfermeras, haciendo diferentes acciones ligadas a lo bélico directamente, pero también es muy importante -y muy poco reconocida- la acción que llevaron adelante las madres, las abuelas, las tías, las hermanas, las novias de los soldados que estaban peleando en el sur. Y también de las otras mujeres que, sin tener vínculo de sangre, estuvieron dispuestas a dar sus más preciados tesoros, a escribir cartas o a organizar cadenas de oración.
El 2 de abril de 1982, esa acción de recuperación territorial produce una movilización general de la Argentina y de los argentinos que se vuelcan a las calles y a la plaza y hacen un montón de campañas para apoyar la acción de reivindicación territorial. Y eso no significa que estaban apoyando a Galtieri o la dictadura. Defendían algo que, para la enorme mayoría de los argentinos, es indiscutible: los derechos soberanos que tenemos sobre esos territorios.
- Las mujeres tuvieron mucho que ver en la sobrevida de los veteranos. Brindaron una familia y rescataron a muchos veteranos de un final que muchos tuvieron, que fue quitarse la vida por la guerra.
Justamente ayer, grabando para el proyecto Voces de Malvinas, nos comentaba el VGM Ricardo Pereyra, que tiene una relación muy estrecha con sus camaradas del Grupo de Artilleria Aerotransportado 4 que volvieron de la guerra en el 82´ y han construido una hermandad, y hace unos años entregaron medallas a sus esposas, reconociéndolas como pilares en sus vidas y en el proceso tan duro que fue para ellos la posguerra. Muchos hablan de la posguerra como un momento más duro que la guerra en sí. Y ahí las mujeres tuvieron un rol muy importante.
- Es una muy buena idea para replicarla en las provincias. Y muy necesaria.
Es un hermoso mimo para el alma de esas grandes mujeres argentinas.
- ¿Cómo te volcaste a la Cuestión Malvinas?
Mi papá llenó mi infancia de relatos, imágenes y canciones de pueblos rebeldes. A los once años me regaló un libro, Cartas a la gente joven de Indira Gandhi, la hija del héroe nacional indio Jawarharlal Nehru. Indira participó junto a su padre en la lucha por la independencia de la India liderado por el gran Mahatma Gandhi, contra el imperio británico. En ese momento, cuando mi papá me regaló el libro, Indira era la primera ministra de la India y se escribía cartas con jóvenes de distintos países del mundo. Yo también le escribí y me respondió. Su carta está fechada el 20 de marzo de 1982, a poquitos días que la Argentina recuperara Malvinas. Me mandó documentos y material que leí con avidez y me generó un vínculo especial con esa historia, con ese acto de insubordinación, de rebeldía que su pueblo había estado sometido al poder británico durante tres siglos. Después me dediqué a estudiar nuestras experiencias de rebeldía, y especialmente me dediqué al peronismo. Mi tesis de doctorado es un análisis de los diálogos de los líderes con sus seguidores durante el primer peronismo. Y así una cosa va llevando a la otra y conocí a Julio Cardoso, y me invitó a trabajar sobre las marcas de la memoria de Malvinas, me dijo que era un viaje de ida. No me imaginaba el alcance de lo que me dijo. Hoy siento que todo lo que había hecho, aprendido y vivido se conjugaba en los proyectos que encaramos en el Observatorio Malvinas.
- ¿Tenés la carta?
Sí, la tengo. En Villa María, de donde soy, cuando tenía 15 años, gané un concurso literario y como premio podía elegir hacer un intercambio cultural con cualquier país del mundo. Sin dudarlo elegí Calcuta. Fui, viví un año con tres familias distintas e hice trabajo voluntario con la Madre Teresa. Hice el último año de la secundaria en un colegio de élite y pude constatar las consecuencias del imperialismo británico. Esa experiencia me atravesó. Ahí palpé las consecuencias indelebles del imperialismo británico. Durante aproximadamente 3 siglos los británicos ejercieron su dominio sobre la India, mediante el uso de todo tipo de violencias. Para obstaculizar cualquier proyecto de unidad del país, cuando lo organizaron administrativamente y lo dividieron en provincias o estados, se ocuparon muy bien de separar grupos culturalmente homogéneos, es decir, que compartieran la misma lengua, el mismo culto religioso. Así es que, en lugar de integrarse entre todos, se agudizaron las diferencias. Hoy uno pasa de una provincia o estado indio a otro y se habla otra lengua, la gente se viste distinto, cocina distinto, profesa otros cultos religiosos. En la actualidad, 75 años después de que declararon la independencia, el único idioma que se habla en todo el país, es el inglés (pero lo habla apenas un 10% de la población). Hay 22 idiomas oficiales indios y muchísimos dialectos. Imagínense ustedes qué difícil es realizar un proyecto de unidad nacional cuando ni siquiera hablás la misma lengua.
- Dividen para reinar.
Así es.
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