Análisis | 11 ago 2023
⚔️ Defensa nacional, consensos y tentaciones
Tras el discurso presidencial en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas empezó a circular un texto que se corporiza en distintos comunicados de dirigentes opositores, notas periodísticas, y hasta un editorial de La Nación del 5 de agosto: “Otro intento de violentar a las FFAA”1.
Se invoca la opinión de autopercibidos expertos en defensa y se postula que se busca “chavizar” las FFAA argentinas para que sean soporte del gobierno, como en Venezuela; que el peronismo estigmatiza a los militares y los priva de medios y equipamiento; y que se pretende entregar a los amigos tierras que el estado tiene asignadas a uso militar. Poco parece importar que los tres objetivos luzcan contradictorios entre sí.
Menos asidero todavía tienen los dichos si se los coteja con los hechos. Los opinadores no parecen siquiera haber leído o incursionado en la materia que comentan.
“En opinión de numerosos especialistas de la oposición, el Gobierno persigue domesticar el proceso de ascensos de las Fuerzas Armadas, vulnerando el sistema de calificaciones, mérito y mando jerárquico al habilitar la injerencia política del Ministerio de Defensa. Cuestiones técnicas y relacionadas con la carrera militar quedarían así supeditadas a la intervención arbitraria de la política partidaria en su propio beneficio y con riesgosos efectos para la sociedad.” (La Nación, 5 de agosto de 2023)
Disparate que no surge de ninguna parte, salvo sus calenturientas fantasías. Basta leer la ley vigente para apreciar que no se introducen modificaciones en cuanto a las competencias presidenciales y del Senado. El proyecto de nueva ley de personal militar2 busca actualizar la norma a la evolución de las pautas sociales y culturales de los últimos 70 años, adecuarla a los cambios legislativos de los últimos 40, y unificar la dispersión que por vía reglamentaria se fueron dando, de manera no congruente, cada una de las Fuerzas Armadas.
Sorprende además que critiquen delegaciones en la tramitación de ascensos y retiros de oficiales y suboficiales, siendo que ellos mismos las establecieron en el decreto 721 del año 20163. Para apreciar el nivel de descuido, ignorancia, mala fe o hipocresía de esa cadena de producción y enunciación, basta con leer información pública y cotejarla: la ley vigente es la 19.1014, el decreto que delegó funciones en 2016 es el 721, todo público y disponible en INFOLEG. El mensaje del PEN es el 89/2023, y el Senado le asignó el número 112-PE-2023.
Critican al gobierno porque -dicen- afirma que el proyecto de ley fue acordado con la oposición, que lo desmiente. En ninguna parte se dijo eso, aunque sí se reconoció el muy buen trabajo que durante más de un año se mantuvo entre representantes de oficialismo y oposición de las comisiones de defensa de las dos cámaras, personal militar y funcionarios ministeriales. Trabajo que, como se expresó en los fundamentos del mensaje del PEN, recogió aportes de varias iniciativas anteriores, legislativas y en el Ministerio de Defensa, durante más de un gobierno, para modificar la ley y para adecuar la reglamentación, que sin embargo nunca habían fructificado. Ese trabajo conjunto fue base para el proyecto enviado al Congreso, así como de otras iniciativas que diputados opositores presentaron por su parte. La redacción final será, como corresponde y si se aprueba, de los legisladores.
Por otra parte, afirman que:
“… los gobiernos kirchneristas las han ido desactivado operativamente, atacándolas y llevando los salarios de sus miembros, en muchos casos, por debajo del nivel de subsistencia, estigmatizando su valiosa labor a partir de un sesgo claramente ideológico. El presupuesto operativo de las Fuerzas Armadas es históricamente el más bajo en términos reales. Los reiterados anuncios gubernamentales de adquisición de nuevo equipamiento son solo falsas promesas.”
Sin embargo, ha sido desde 2020 que se pasaron los suplementos no remunerativos al sueldo, corrigiendo un largo reclamo, mejorando la situación del personal retirado y las finanzas de la obra social y el instituto de pensiones. También se están pagando los juicios que ese reclamo había generado. Al mismo tiempo se unificó el incremento anual de la pauta salarial con la del resto del sector público, mejora que, además, impacta ahora en el medio aguinaldo de junio. A pesar de todo lo que dijeron en contrario, este gobierno ha establecido un plan de jerarquizar el salario militar4 por sobre el incremento del resto de la administración, plan que ya ha comenzado a ejecutarse, que ha pagado la mitad de las cuotas de aumento y que se completará a comienzos del año que viene.
Se debe sumar a la consideración que se incrementó sensiblemente el número de soldados voluntarios, alcanzando números que no se daban desde 1988. En el caso del Ejército, el número de soldados pasó de 17.000 a 29.000.
El oficialismo impulsó la ley del Fondo Nacional de la Defensa5, que se ha cumplido cabalmente y que ha permitido encarar un programa de recuperación, modernización y adquisición de equipamiento enmarcado en el planeamiento militar. La inversión es indiscutible, y además se ha completado un nuevo ciclo de planeamiento, actualizando las previsiones de cara a los próximos 20 años.
Lo curioso es que los que critican negando lo evidente cuando fueron gobierno y tuvieron oportunidad de actuar no lo hicieron. No hubo planeamiento militar ni inversiones, ni aumentos salariales ni de personal. Muy por el contrario, recordemos lo que decían:
"Queremos retransformar el ejército a uno más liviano. Ya no hay más tanques y cañones. Se terminó, eso era en la guerra de un estado contra otro estado, de un ejército contra otro." / "Muchos cuarteles se van a cerrar y muchos de los materiales que le pertenecen a las fuerzas armadas se van a vender." / "Vamos a achicar, pero sin echar personal, sino que se vayan retirando, no reponer, vamos a ofrecer retiros voluntarios.” (Ministro Oscar Aguad, 25 de julio de 2018, diario La Nación)6
También sostienen ahora que:
“Importantes predios que ellas custodian han sido entregados a los amigos del Gobierno mientras avanzan iniciativas para cerrar los liceos de formación militar.” (La Nación, 5 de agosto de 2023)
No hay ni ha habido ninguna iniciativa para cerrar los liceos militares, y por el contrario se elaboró un plan liceos 2030 para su evolución, con participación de la comunidad educativa.
En cuanto a los predios asignados a uso militar el desparpajo o la ignorancia editorial se agigantan. ¿Cuál predio se entregó a los amigos del gobierno? No es cierto, ya que se los ha preservado, a diferencia de lo que hizo el gobierno de Macri. Recuerde el alma dormida el Decreto 225/20177, y que aquel gobierno remató en ventas subsidiadas con crédito del Banco Nación 8.000 has del campo General Paz, en Ordóñez, Córdoba, y que las restantes 4.000 quedaron con fecha de licitación definida para marzo de 2020, licitación que esta gestión de gobierno anuló apenas asumir. Vendieron además dos manzanas junto a la cancha de polo en Palermo, que ocupaban la Sastrería Militar y consultorios de atención médica de IOSFA y Hospital Militar, manzanas a las que luego el gobierno del PRO cambió los indicadores urbanos y habilitó a construir en altura.
También buscaron vender las instalaciones del Centro de Ciberdefensa8, en Puerto Madero, para habilitar la construcción de más edificios en torre; y otorgaron a una empresa de logística de cargas, de manera directa y gratuita, el uso de la Base Aérea de Moreno. Y ya habiendo perdido las elecciones de 2019 tramitaron contra reloj la transferencia de inmuebles en la costanera de Corrientes, en el centro de Crespo, Entre Ríos, y en la península Valdés, trámites anulados por este gobierno. Por decreto dispusieron vender el Campo Los Andes9, en Mendoza, frenado por amparo judicial, y el General Urquiza, de Arroyo Clé, en Entre Ríos, pero entre la ignorancia y el apuro se olvidaron de la ley de Équidos 17.117 que lo protege y torna indisponibles.
A diferencia de aquel gobierno, este no sólo no busca cerrar cuarteles, sino que busca ampliarlos. Así se están construyendo las instalaciones para que el Ejército vuelva a Catamarca, así avanza el primer emplazamiento del Ejército Tierra del Fuego, en Tolhuin9, y la construcción de la nueva Base Naval en Ushuaia10. La reapertura, modernización y expansión de la Base Antártica Petrel, por otra parte, es un hito soberano.
Y en cuanto a la intervención arbitraria de la política partidaria, parece ser una pulsión de CAMBIEMOS. Recuerde el lector al candidato Luis Juez mezclando -y exponiendo- a personal militar en un acto de campaña.
Hace 60 años el cine italiano nos regaló una comedia memorable: Bocaccio 70. Uno de los episodios, “Las tentaciones del Dr. Antonio”, trata de un moralista enérgico y un poco ridículo que encoleriza a sus amargos amigos y a sus mojigatas seguidoras cuando, en una plaza y frente a su ventana, se instala un gigantesco cartel publicitario desde el que una exuberante Anita Ekberg promociona las bondades de una marca de leche. El desprecio y la irritación intransigente del Antonio social y diurno, contrastan con las fantasías sexuales que lo acechan y perturban de noche en su soledad, con una enorme Anita que se sale del cartel y lo llama insinuante.
La dirigencia de CAMBIEMOS y sus periodistas afines, en su relación con fantasías cuarteleras, venta de tierras y recorte presupuestario, recuerdan las tribulaciones de aquel viejo ridículo, pero sin ese humor italiano que lo hacía querible.
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(y aclaro que mi tatarabuelo Julio era mitrista)