lunes 24 de junio de 2024 - Edici贸n N潞2028

An谩lisis | 7 ene 2024

como preludio a la dolarizaci贸n 馃獨

馃捀 El Banco de la Naci贸n Argentina, pr贸ximo bot铆n del sistema financiero


Desde la implantación del sistema económico primario exportador en la dictadura de 1976, su correlato en la reforma financiera de 1977, y el endeudamiento externo (gran parte generado por estatización de la deuda privada), significaron y significan  sucesivas crisis y su reflejo en corridas cambiarias y bancarias que concentraron fuertemente el volumen de depósitos y créditos en los grandes bancos del sistema financiero local, de tal manera que en octubre de 2023 quedaban en pie 63 bancos, de ellos 50 son de capital privado y 13 públicos1 (incluido los oficiales nacionales Banco de la Nación Argentina y BICE, 10 provinciales y el banco municipal de Rosario).

 

Tanto en el gobierno de Cambiemos como en el del Frente de Todos, los medios de pago transaccionales disminuyen en términos reales, este comportamiento se explica tanto por la dinámica del circulante (dinero) en poder del público como de las distintas ofertas monetarias, por lo que, en términos del producto, los medios de pago representan solo el 6,8% del PIB en diciembre 2023, en que el circulante (billetes y monedas)  en poder del público alcanzó un nuevo mínimo histórico2.

 

La Base Monetaria (total de dinero creado y puesto en circulación por el BCRA) en  todo el año 2023, midiendo punta contra punta, se incrementó en un 84,3%.  M1  (Billetes y monedas en poder del público+ Cheques Cancelatorios en pesos+ Cta. cte. del S. Priv. y Púb. en pesos) creció en 120,3% y M3 (Billetes y monedas en poder del público+ Cheques Cancelatorios en pesos+ Depósitos del S. Priv. y Púb. en pesos) lo hizo en un 121,6 % en igual lapso, cuando la inflación medida por el IPC (Índice de Precio al Consumidor) del INDEC lo hizo en un 220%.

 

Que todo el sistema financiero legal argentino otorgue créditos al sector privado (a empresas y personas físicas) por el 5,9 % del PIB, demuestra su insignificancia y, se  corrobora con solo ver los estados contables de los bancos por volumen de depósito captado y como lo reasignan, demostrando la ineficacia del sistema y lo gravoso que significa para la economía  argentina.

 

 

 

El informe del BCRA es a octubre de 2023, pero demuestra palpablemente que el principal negocio de las entidades fue y es prestarle al BCRA y al Tesoro de la  Nación (en títulos que utilizaban y utilizan como encaje remunerado). En casi todo el año principalmente en Leliq (Letras de Liquidez del BCRA), pero con el avance del proceso electoral los bancos le exigieron al BCRA que en lugar de inmovilizar en Leliq (de 7 a 29 días) lo hicieran en pases pasivos de 1 a 6 días.

 

Esto es, por ejemplo, en octubre 2023 el total de dinero inmovilizado sumó 24 billones de pesos, el BCRA le pagaba una tasa del 11% mensual, por ende sumaban 2,6 billones de pesos por mes (al tipo de cambio oficial de octubre 2023) el equivalente a 7.300 millones de dólares  Y se justificaba ese subsidio a los bancos para que capten depósitos en pesos y no se conviertan en dólares. Pero lo máximo que frenaba esa conversión era en torno a los  30 días y, al final del gobierno de Alberto Fernández en una semana.  Se pagó y se paga semejante suma para nada. Se subsidió y se subsidia a los bancos y no se usa el dinero inmovilizado para financiar la construcción, realizar obras públicas, financiar  producciones regionales, prestar a las pymes, cooperativas de todo tipo, etc.

 

A su vez, los bancos privados más grandes, recibieron y reciben órdenes de sus depositantes para realizar operaciones de CCL (contado con Liqui) y dólares MEP (Mercado Electrónico de Pago de la Bolsa de Comercio) en todos estos años, que es una operatoria encubierta de compra y fuga de divisas con la liquidez con que se quedan

 

Los 10 principales bancos privados captan el 40,01% de los depósitos, de los cuales seis son extranjeros y, se debe contemplar, además, que el Fondo de Cobertura BlackRock posee el 18,8% del paquete accionario del Banco Galicia y Buenos Aires SA y 14,02% de participación en el Banco Macro SA, que son considerados por el BCRA como bancos locales de capital nacional.  Por ende, se trata de un sector fuertemente internacionalizado y que su poder reside en su capacidad de captar depósitos de la población y elegir financiar al Estado, principalmente vía BCRA, comprar títulos del Tesoro de la Nación o apostar a operaciones de compra y venta de divisas presionando sobre el tipo de cambio.

 

Con  el nuevo gobierno, la dupla Luis Caputo y Santiago Bausili en menos de un mes consiguieron sus dos principales objetivos. Primero, una devaluación de más del 100 % del tipo de cambio oficial, que pasó de 400 pesos por dólar, el 7 de diciembre (último día hábil del gobierno de Alberto Fernández), a 853 pesos el viernes 5 de enero 2024, con lo que en divisas pueden comprar activos y trabajo del país por menos de la mitad de su valor. Segundo objetivo, “licuar” los encajes remunerados (pases pasivos, Leliq y Notaliq) que ascendían a 24 billones de pesos el 7 de diciembre (está constituido en pesos, pero con una paridad de 400 pesos era equivalente a 60.000 millones de dólares) y, el 5 de enero 2024 suman 26,2 billones de pesos (equivalente a 30.715 millones de dólares), medida a favor de los bancos, en los que, dentro de las cinco primeras entidades financieras (Bancos Santander, BBVA, Galicia, Macro, y HSBC) tiene fuerte participación accionaria BlackRock.

 

 


EL BANCO DE LA NACION ARGENTINA

 

A octubre 2023 captaba depósitos por 10,4 billones de pesos (el 23,4% del total de las imposiciones que recibe el sistema financiero legal argentino), cuenta con 739 sucursales en todo el país, cuatro en el exterior y agencias en otros cuatro países, con una dotación de 17.600 empleados.  Su actual presidente  Daniel Tillard propicia  su transformación en Sociedad Anónima en consonancia con el DNU 70/23  que, por un lado, le quita al BNA la exclusividad de recibir los depósitos judiciales de los Tribunales Nacionales de todo el país y, por otra parte,  elimina el tercer párrafo del artículo 9 de la Ley 23.696, de reforma del Estado, en el que específicamente se indicaba: "Exceptuase de la declaración de "sujeta a privatización" al Banco de la Nación Argentina, el que deberá continuar su actividad como institución bancaria de propiedad del Estado nacional".

 

Paradójicamente la Unión Industrial de Santa Fe, con fecha 3 de enero 2024, en un comunicado firmado por el Ing. Hugo Raimondi, presidente de la entidad, y el Ing. Federico Milia, secretario, se opone totalmente a la idea de abrir el capital de la banca pública al sector privado, dado que beneficiaría a los 10 –diez- bancos privados más grandes que se repartirían el botín de depósitos y sucursales.

 

El comunicado de la UIA de Santa Fe dice: "Con el argumento de la responsabilidad patrimonial de sus casas matrices, los bancos extranjeros en la última década se apoderaron de una gran parte del rentable negocio financiero de nuestro país, este proceso fue posible gracias a acciones explícitas del gobierno nacional que obedecieron a requerimientos de organismos multilaterales de crédito y que supuestamente eran funcionales al objetivo de dar solvencia al sistema bancario argentino. La realidad ha dado muestra incontrastable del falaz argumento, a tal punto que actualmente no existe financiamiento bancario alguno”.

 

“El desarrollo económico sólo será posible mediante un plan sustentable orientado por una estrategia de crecimiento de la actividad económica que expanda el mercado interno y las exportaciones. Es fundamental poseer fondos que asistan a la inversión en activos fijos, capital de trabajo, y naturalmente el instrumento genuino para ello es el ahorro nacional".

 

"Rechazamos rotundamente la apertura a capitales privados del Banco Nación, porque impediría que éste continúe desempeñando el rol actual y porque supone la posibilidad de poner en remate del 58% de las tierras productivas que garantizan los créditos tomados con el banco del Estado nacional”.

 

El BNA fue usado por el menemismo para constituir fondos fiduciarios para quedarse con la cartera incobrable de los bancos privados y públicos de provincia, de esa manera sanearlos y vendidos a la familia Britos, Ana Botín, Armando Braun, Gabriel Martino y Gerardo Mato, etc.  Y en el gobierno de Macri el BNA le otorgó generosos  e infundado créditos al grupo Vicentin, incluso a horas de su quiebra.

 

Pero ahora necesitan venderlo  al capital financiero que opera en el país para quedarse con todo el sistema.

 

Igual sucede con el BCRA, que Milei decía que había que dinamitar, pero el viernes 5 de enero 2024 mediante el DNU 23/2024  y con el fin de pagar vencimientos de la  deuda, dispone la emisión de letras del Tesoro a diez años por 3.200 millones de dólares tomados de las reservas internacionales del BCRA.  El Poder Ejecutivo aclaró que los títulos serán suscriptos por el Banco Central con amortización íntegra al vencimiento, y devengará una tasa de interés igual a la que devenguen las reservas internacionales para el mismo período.

 

Asimismo, los pagos de los servicios de intereses y amortizaciones de capital de las letras intransferibles en cartera del Banco Central, así como aquellas que se emitan a favor de ese organismo durante 2024 (con lo cual se proponen repetir el mismo  procedimiento), serán reemplazadas, a la fecha de su vencimiento, por nuevos títulos públicos cuyas condiciones serán definidas por el Ministerio de Economía.

 

LA VERDAD DE LA TRAMA

 

Se hace un brutal ajuste económico, se devalúa y se liberan los precios, se  violan derechos constitucionales, se vende y se privatiza para honrar una deuda que no beneficio al pueblo argentino.  No se investiga la deuda externa generada por el gobierno de Cambiemos, cuando la misma es imprescriptible por decisión de la CIDH  de la OEA.

 

Y no se investiga la deuda externa porque los mismos que se beneficiaron con ella son los que redactaron cada artículo del DNI 70/23 y del Mensaje 7/23 y proyecto de ley ómnibus,  que los beneficia.

 

Y también los bancos y los dueños de lo grande bancos que operan  en el país que son los que le compraron y compran a precio vil dólar por dólar al BCRA, desde el 10 de diciembre de 2015  al presente y al futuro, que se quedaron para sí o, lo mal vendieron a grandes grupos económicos locales y extranjeros incumpliendo con la ley de lavado de activos que le exigía la procedencia de los fondos que no surgen de sus estado contables. 

 

Deuda que no se investigó y que el pueblo argentino  está pagando con cada vez mayor sacrificio y mayor empobrecimiento

 

En  este año 2024, el Tesoro de la Nación deberá afrontar vencimientos en moneda extranjera por 17.982 millones de dólares.  En 2025: 17.500 millones, en 2026: 18.200 millones, en 2027: 22.200 millones, y en 2028: 21.700 millones, siempre convertido en dólares y sigue años y años.

 

Hasta que el pueblo diga basta.

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