lunes 12 de mayo de 2025 - Edición Nº2350

Entrevistas | 8 jul 2019

Ariel Garbarz

“Están organizando el robo de la democracia”: ¿La vuelta del fraude electoral?


Ariel Garbarz, ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones, profesor en Seguridad Comunicacional (UTN) y Cibercolonización-UBA y perito consultor de la Justicia, es además fiscal Informático. Desde un tiempo a esta parte, viene advirtiendo sobre un serio peligro para nuestra democracia, por la inserción de un Software “secreto” en las proximas elecciones que es imposible de auditar; algo que, de entrada, violenta la ley electoral y la propia Constitución Nacional, en cuanto a la universalidad del voto. En diálogo con Pal'Sur, Garbarz comentó que "esto es algo que viene planteando desde enero de este año, incluso por vía judicial.

 

La invisibilización de esta situación pudo romperse gracias al 'fallo' en la conectividad ocurrido en la prueba del Software, donde si bien esto fue dado a conocer, la realidad es que lo que falló no fue el programa, sino la conectividad; algo muy sencillo de resolver, y muy funcional para distraer con una fake news lo realmente importante en el tratamiento de este tema", apuntó el ingeniero. 

 

Para Garbarz, el problema real es que al no haber funcionado la prueba, no se pudo fiscalizar la manera en que el programa trabaja, siendo un software que potencialmente puede llegar a adulterar el resultado provisorio de las elecciones. “En los casos en que  sí funcionó, no hubieron problemas”, pero según expresó, en esas ocasiones pueden haber utilizado una versión inofensiva.

 

Por otro lado, el perito aseguró que la aplicación de este programa en el escrutinio “es voto electrónico” por definición, siendo voto electrónico “cualquier dispositivo, mecanismo, aparato, hardware o software, que se interpone entre la voluntad del ciudadano que emite el voto y el centro de cómputos”.

 

"Alemania, uno de los países más avanzado en tecnología, y especialmente en tecnología informática, en 2009 declaró inconstitucional todo tipo de voto electrónico, al entender que rompe la universalidad del sufragio, ya que no permite al ciudadano de a pie, que solo sabe leer y escribir, saber qué es lo que ocurre con su voto. Varios países se adhirieron a esta doctrina y hoy, de los 297 países en el mundo que votan sus representas solamente 7 quedan con voto electrónico. Todo el resto prescinden de cualquier software como intermediario", detalló Garbarz.

 

Este Software tiene “código fuente propietario”, lo que significa que ni los especialistas pueden conocer las instrucciones porque están encriptadas; "esto quiere decir que no se puede analizar la forma en que actúa el programa, y por lo tanto no se puede saber qué es lo que va a hacer el software cuando entre en funcionamiento, y ello hacer que no se pueda cumplir con el Art. 108 de la Ley Electoral. Es decir: el programa que pretenden utilizar, no puede ser auditado y esto es ilegal, preocupante e inconstitucional, ya que solo una pequeña elite de programadores sabe lo que hace el software, y el resto de la ciudadanía no". 

 

Si bien el ingeniero hace hincapié en los aspectos técnicos de la problemática, también aborda una mirada político-judicial-estratégica de lo que puede suceder si esta tecnología se aplica, y surgen problemas. "Si bien es cierto que el conteo final de votos que se realiza dos días después de las elecciones es el que legalmente da como ganador a uno y otro candidato y se hace con la información en papel, también es cierto que si existieran cientos o miles de presentaciones judiciales por irregularidades, éste, en vez de durar dos semanas podría tardar meses en sanear todas las inquietudes para lograr un resultado transparente. Una judicialización de la elección nacional que puede acarrear varios inconvenientes de gravísimos resultados para el pueblo argentino", consideró.

 

"En EE.UU, Florida, esto sucedió, y varios meses después de la votación, habiéndose comprado de manera irrefutable de que existió fraude, no se cambiaron las autoridades ilegalmente elegidas, apelando al peligro o gravedad institucional. La clase política estadounidense terminó aceptando un escrutinio fraudulento, y ambos partidos negociaron por bancas en el Congreso", recordó.

 

En este sentido, "existe la posibilidad, si se toma como antecedente lo sucedido en EEUU, que la justicia argentina utilice como ejemplo esto, y si sucediera el fraude no saque al usurpador y se inicie un proceso de negociación similar o aún mas nocivo para consolidar el robo de la democracia. No hay un solo caso que por fraude se hubiera destituido a un presidente”.

 

"La Cámara Nacional electoral, por medio de una acordada dijo que en el escrutinio provisorio, en lo atinente a sus soluciones técnicas, no va a intervenir porque corresponde al Ministerio del Interior. Una acordada que es necesario revisar por inconstitucional, y a la que es imprescindible derribar por medio de presentaciones judiciales emanadas de todos los apoderados de los partidos políticos y los constitucionalistas más importantes", concluyó.

 

 

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