jueves 20 de junio de 2024 - Edición Nº2024

Entrevistas | 6 nov 2021

Entrevista a Ignacio Gutierrez

Malvinas y la política de defensa, en clave peronista


Como muchas cosas hoy en día, todo comienza en Twitter, a raíz de un comentario que ahora no recuerdo, pero que claramente me interpeló e invitó a ingresar en el perfil de su emisor. Saciando mi curiosidad, gratamente descubrí que Ignacio Gutierrez* era un escritor, analista e investigador de temas relativos a la Cuestión Malvinas, Antártida y Atlántico Sur; asuntos que los fueguinos -como yo- entendemos que es imprescindible se ahonde, para mantenerlos vigentes. De eso se trata la malvinización. En su propio perfil, en un acto divulgatorio enorme, pude acceder gratuitamente a su obra "Malvinas. La política exterior argentina 2003-2011"* e inmediatamente me aboqué a su lectura, porque de alguna manera, desde otro estilo, era un complemento del libro que estoy escribiendo, llamado "El Cipayato. Breves memorias de una entrega vertiginosa* (2ºParte*)", donde describo a manera de crónica periodística las tropelías de genuflexión entreguista* de Mauricio Macri y su séquito de cipayos empobrecedores en lo que fue "su" (indi)gestión presidencial, y cuya tercera y última parte saldrá a fin de año.

 

En un escenario gris plomo, donde la garúa no se rendía al olvido de un día -por lo menos- celeste y blanco, desde la Ciudad de La Plata partí hacia el barrio Monserrat de la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires. Desde la Catedral un taxi me llevó a la terminal platense, donde un "Costera" parecía aguardarme con el objetivo de dejarme en la puerta de mi destino: el edificio "Libertador, General San Martín"* en Azopardo 250. Allí debía juntarme con el escritor malvinero que, recién al  momento de acordar el día y horario del encuentro, caía que es el actual Director de política Internacional de la Defensa.  

 

Suerte de por medio -para quien escribe- me equivoqué de puesto, y el anfitrión debía trasladarse de un ala a la otra dentro del paquidérmico edificio en mi encuentro. Luego de anunciarme en una recepción que pareciera buscar atenuar la belleza de su fachada y ocultar su sobria hermosura interna, en la buena compañía de Ignacio me sumergí fugazmente en sus meandros. Imponente por donde se lo mire, atravesé un espacio interno con cuadros de nuestros próceres, de momentos históricos trascendentales, y una infaltable estatua de nuestro libertador. Mientras cruzaba las entrañas de todo este espacio patrio no podía evitar pensar lo cerca que, seguramente, estuvo de convertirse en un patio de comidas, con Starbucks, o quizás algún micro cine para exhibir videos relativos a la Defensa Nacional y ¿por qué no? luego de las 19, alguna que otra dosis de Netflix para pocos. Después de todo, para los funcionarios de aquel tiempo, que ya habían iniciado en los billetes la desaparición de nuestros próceres, eliminar un espacio así solo era un trámite; una mera cuestión de tiempo que, en el mejor de los casos, no se le ocurrió a nadie. 

 

Ya en la iluminada oficina de Ignacio, que por cierto tenía una hermosa vista hacia la plaza y sobre una mesa ratona muchas revistas de "época" con noticias sobre la gesta, me sentí realmente entusiasmado al augurar que había llegado al lugar indicado para comenzar una nutritiva conversación y la entrevista que había motivado este encuentro.

 

- Como académico, escritor y militante, ¿creés que existe un modelo de defensa nacional peronista?

 

Creo que sí. De hecho, Perón hizo sus primeras armas como militar en este Ministerio, que era la vieja Secretaría. Claramente existe un modelo de defensa. El "Estado Mayor Conjunto"* como tal se crea durante el peronismo. Existe una fuerte vinculación del peronismo con una mirada  integral de la Defensa y no solamente desde la perspectiva de las armas. Si nos planteamos de ese lugar, podemos observar que las primeras expediciones a la Antártida fueron impulsadas por Perón, la delimitación y el cuidado de nuestros espacios marítimos, el fortalecimiento de la industria naval, el mapa bicontinental como herramienta de educación para las nuevas generaciones. Si uno observa esto, encuentra que hay elementos para posicionarnos y decir que existe una política de defensa peronista.

 

Sin intención de hablar de la gestión en particular, la generación del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF)*, que fue una de las primeras decisiones de Agustín Rossi* como Ministro y que apunta al fortalecimiento de lo que tenemos y no está en funcionamiento y apoyar todo lo que tenemos en cuanto a tecnología; la sanción de la Ley de Extensión de la Plataforma Continental*, que le brinde un marco legal que sea susceptible de protección jurídica y el incremento por ley de las multas a la pesca ilegal*, demuestra que hay elementos de una política de defensa nacional peronista.

 

- Todas cuestiones que en el gobierno anterior no ocurrían...

 

Claramente. Hay muchos matices en los cuales podemos hacer críticas a la política de Defensa de aquel entonces. En un país como Argentina, la política de Defensa es subsidiaria de la política exterior en algún punto, y si hacemos un análisis del funcionamiento diplomático de Macri con respecto a Malvinas, nos vamos a dar cuenta que no existió una corriente de pensamiento que favorezca esto que te estuve mencionando.

 

- Escribiste un libro que analiza varias gestiones presidenciales en relación a la Cuestión Malvinas, y me gustaría saber tu análisis de lo que fueron las políticas de defensa en este tema, en el periodo de tiempo que transcurre desde la conquista de democracia hasta la llegada del gobierno Alberto Fernández.

 

No se puede escindir, lamentablemente, el vaivén de la política cotidiana económica de cada gobierno, con la política de Malvinas.

 

Alfonsín, en lo que respecta a Malvinas, basó su estrategia en el cese al fuego, volver al diálogo,volcándose a los organismos internacionales para fortalecer la postura argentina.

 

La guerra era muy reciente y el tiempo no permitió que Dante Caputo pudiera, en primer instancia, volcar a esa política en un 100%. Hubo "avances", porque lo que vino después en los Acuerdos de Madrid (Madrid I* y Madrid II*), ya ingresando en los 90`, tuvo un previo paso que fue la gestión preparatoria de Alfonsín.

 

Luego vino la política de Menem, que como primer canciller tuvo a Domingo Felipe Cavallo. Este buscó básicamente el acercamiento a las potencias centrales con el objetivo claro de penetrar en la relación con los organismos de crédito. La economía, en este caso, transforma a Malvinas en una variable de ajuste. Los acuerdos de Madrid, que son durante la gestión de Menem, no solo implican la vuelta al diálogo con el Reino Unido, sino se realizan para vincularlos directa o indirectamente con los poderes centrales, haciéndonos protagonistas de algunas concesiones que al día de hoy estamos pagando caro en materia de cooperación en pesca, investigación y exploración petrolera, sobre la cual se hacen manifestaciones de protesta, pero se procede. Y, producto de una serie de controversias, se da impulso para que el Reino Unido inicie un esquema de licencias ilegítimas en tema de exploración petrolera. Y ni hablar de la cuestión pesquera, que desde la Misión Shackleton se venía profundizando

 

Entrada la segunda parte del gobierno de Menem, camino a la reelección, en cuanto a Malvinas, empieza a transitarse lo que se llamó la política de seducción, que era, de alguna manera, considerar a los isleños como una tercera parte. Algo que marcaba un punto de inflexión en el alineamiento histórico de la política exterior de Argentina en cuanto a Malvinas, en la relativo a la Resolución 1514, y posterior 2065* de las Naciones Unidas, que indica que debe iniciarse el llamamiento al diálogo respetando la integridad territorial y teniendo en cuenta los "intereses" de los habitantes, y que es para Argentina un argumento central que va en detrimento de lo que plantea el argumento británico que quiere cimentarse en el principio de "autodeterminación".

 

- La palabra clave es "deseos" o "intereses"...

  

Nosotros siempre fuimos respetuosos del interés de los isleños. Pero insisto en esto: el país se embarca en una flexibilización en ese aspecto, buscando aprobación y ubicarnos en una situación favorable respecto de lo que los isleños pudieran sustraer de una especie de acuerdo con la argentina continental. Algo que no sucedió, porque si hay algo que tienen en claro los isleños, en este caso, es cuál es la política del Reino con respecto a las islas, y que no piensan moverse de ahí.

 

- En esa época surge la incorporación de la Disposición Transitoria primera en la Constitución Nacional, que frena este impulso de querer incorporar en la política internacional argentina la idea de respetar los "deseos" y no los "intereses". Siempre me gusta recordar que Oscar Aguad, el ex ministro de Defensa de Macri, fue el único de aquella convención constituyente de 1994 que votó en "disidencia total" la incorporación de la reivindicación soberana de Malvinas.

 

La disposición transitoria primera, que pone límites a intereses foráneos, produce que caigamos en una contradicción en lo que se venía trabajando. Ese es un hecho destacable de la gestión de Menem, que obviamente fue trabajado por todos los espacios políticos.

 

Así transcurrieron los 90: con acuerdos de cooperación, vuelos y pesca. Un gobierno entrante como el de Fernando de Rúa, se embarcó en retomar lo que planteó el alfonsinismo, que era tener mayor presencia en los foros internacionales pero, que en definitiva, la coyuntura política, la negligencia y la voluntad misma del Presidente, produjo que no hubiera un fortalecimiento de la postura que marcaba la plataforma radical y continuando así con el mismo hilo conductor de su antecedente, salvo que el canciller Rodríguez Giavarini* cortó con la "ronda del té" que organizaba Di Tella con los isleños y las reuniones que tenían en el Comité de Descolonización* en Nueva York.

 

La gestión de Duhalde, fue solo conmemorativa, por ser un periodo muy corto de gestión. Pero siguiendo con el paralelismo que trazamos con el tema económico: fue un momento donde hubo que trabajar para conciliar posiciones con los organismos de crédito internacional y eso hizo que se enfríe el reclamo soberano.  

 

Así llegamos al 25 de mayo de 2003, donde realmente podemos ver que se produce un cambio profundo con respecto de la política diplomática en lo relativo de Malvinas. Yo tomo como punto de partida el discurso de Nestor Kirchner ese 25 de mayo*, donde él dice que viene del sur y se autodefine como pingüino, y, como parte del sur continental, tiene un amor muy especial por la Causa Malvinas, y no iba a renunciar al reclamo por nuestros derechos soberanos. Recuerdo que al año siguiente, en un acto en Ushuaia por el 2 abril, dice algo así como que "recuperaremos Malvinas de pie y no de rodillas". Ahí ya marca el puntapié de lo que vendría.  

 

- Esto lo decía mientras ponía de pie a la Argentina. Recordemos que existió un proceso de recuperación económica, que demostró que no necesariamente hay que ser genuflexo para recuperar la economía.

 

Exactamente.  

 

Te propongo nuevamente este juego de relación entre economía y Malvinas. Nosotros vemos como en 2005 (con Brasil) se decide pagar la deuda al Fondo Monetario, y cómo en paralelo se comienza a sostener y trabajar decidida y definidamente en medidas para bloquear y enfriar los acuerdos propios de los protocolos establecidos en los Acuerdos de Madrid (pesca y petróleo); se comienzan a discutir las medidas licenciatarias de petróleo, más allá de lo que puede haber con respecto al contenido off shore en la cuenca -cuestión que trato en libro que saldrá pronto- y todo el problema ambiental que esto puede significar, igualmente con respecto al otorgamiento indiscriminado de ilegítimas licencias de pesca, que un científico demostró*, lo cual produjo que fuera perseguido por el lobby "malvinense", que veía perjudicado su bolsillo al exponerse esto.

 

Esta política comienza a tener efecto y a tensar la relación bilateral con el Reino Unido hasta que el primer gobierno de Cristina, que continúa este lineamiento bajo la Cancillería de Jorge Taiana. Se hace la presentación en la Convención sobre el Derecho de Mar, el enorme trabajo que llevó adelante la Comisión del Limite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA), que fue realmente un trabajo que trascendió todos los gobiernos desde que comenzó a realizarse desde 1996 con el gobierno de Menem. Ese es un ejemplo de política de Estado, de una política de defensa de la soberanía.

 

En medio de esto, se produce la nacionalización de Aerolíneas Argentinas e YPF, y ahí comienza a acusarse a la Argentina de tener un discurso de cierta belicosidad verbal por parte de Cristina, cuando en realidad los hechos indican que el Reino Unido tuvo y tiene una política de provocación constante hacia nuestro país con el incremento de los ejercicios militares. No hace mucho, el Twitter oficial de la U.S Navy*, mostró cómo realizaba en aguas de Malvinas ejercicios combinados con el Reino Unido*.

 

Con la llegada de Macri a la presidencia, creo que se retoma los acuerdos de cooperación y en donde lo que fue el Foradori-Duncan, sosteniendo el "paraguas de soberanía" se vuelve a una cooperación que describe la lógica del win-win (no hay dos ganadores). Creo que lo más significativo es que comenzaron en el Cementerio de Darwin el proceso de identificación de los soldados argentinos por parte de la Cruz Roja con la colaboración de los dos gobiernos, pero esto es una gestión que había iniciado el Gobierno de Cristina en el 2013.

 

-Además es una obligación internacional establecida en el Estatuto de Ginebra, más allá de cualquier cosas firmada (no era necesario ese comunicado para avanzar en esto)   

 

Exactamente. Lo indica la Convención. Pero bueno se incorpora este protocolo en el Documento. Por otro lado, se retoma el proceso de cooperación donde Argentina proveyó al Reino Unido de información acerca del comportamiento de los cardúmenes del calamar para hacer más eficiente las temporadas. En materia de exploración petrolera se los dejó avanzar en licencias que operaban sobre las millas marítimas argentinas. Cabe aclarar que si bien la Convención de Mar no se expide en relación al territorio de Malvinas por considerarle un territorio en disputa (sujeto a descolonización), pero también es positivo que CONVEMAR no diga "esto es territorio del Reino Unido", sino un territorio en disputa. Las condiciones internacionales están dadas y lo que falta, creo yo, es que el escenario político internacional debe terminar de dar el vuelco.

 

Si nosotros pensamos que el sostenimiento de la colonia en Malvinas es por una cuestión económica, nos equivocamos. Es netamente geopolítico. Es un lugar de paso y corredor bioceánico natural que amplía el poder de policía del Reino Unido, una opción para ser puerta de entrada a la Antártida y al Estrecho de Magallanes. Malvinas es la cabecera del triángulo estratégico de las islas Santa Elena, Tristán Acuña, Ascensión, para el control de todo el Atlántico Sur.

 

- ¿Vos crees que llegaremos a la recuperación del ejercicio pleno de soberanía?     

 

Yo creo que esto va a cambiar y que el escenario internacional, que es la llave para que esto cambie en un futuro no muy lejano, pero no tan cercano, las Islas Malvinas, las islas del Atlántico Sur y sus espacios marinos correspondientes vuelvan a dominio pleno nacional. Como dijo Néstor: "de pie, con la frente en alto".  

 

Por Luciano R. Moreno Calderón*

(Twitter)

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