martes 08 de octubre de 2024 - Edición Nº2134

Análisis | 5 feb 2023

por Walter Castro (SANAM)

⚓️ La gigantesca factoría olvidada…por nosotros


Al sur de nuestro país se encuentra enclavada una de las quizás más grandes factorías del mundo, la misma produce las veinticuatro horas del día, por los trescientos sesenta y cinco con los que cuenta el año.

 

Con el nombre de Mar Argentino se conoce al sector del Océano Atlántico Sudoccidental que cubre la porción menos profunda del margen continental argentino.

 

Se trata de una denominación histórica y cultural, por lo cual no implica, una referencia a los espacios marítimos de soberanía o jurisdicción de la República Argentina.

 

Se extiende, en términos generales, desde la boca del estuario del Río de la Plata en el norte, hasta el Banco Burdwood en el sur, y desde la costa argentina hasta el comienzo del talud.

 

Tiene una extensión de alrededor de un millón de kilómetros cuadrados y en sus aguas se desarrolla una de las más fabulosas pesquerías del globo, por calidad, por cantidad y fundamentalmente por la generación y flujo de divisas.

Es un mar litoral y epicontinental, ya que cubre parte del margen continental argentino.

 

Se trata de la plataforma de suave pendiente que se extiende desde la costa hasta los 200 metros de profundidad, aproximadamente.

 

Al este del Mar Argentino, la profundidad comienza a aumentar de forma marcada a medida que el terreno sumergido cae abruptamente por un talud, recortado en ciertos puntos por profundos valles denominados cañones submarinos.

 

A continuación del talud se extiende la emersión continental, conformada por gruesas capas de sedimentos depositados al pie del talud.

 

Y más allá de la emersión, nace una inmensa llanura abisal conocida con el nombre de “Cuenca Argentina” a la que tranquilamente podríamos denominar “La Factoría”, la misma cuenta en su base continental con un enclave industrial con más de un millón de kilómetros cuadrados, (1.027.476 km2) aportados solo por cinco de nuestras provincias a saber; Buenos Aires: 307.571 km2, Rio Negro: 203.013 km2, Chubut: 224.686 km2, Santa Cruz: 243.943 km2, Tierra del Fuego: 48.263 km2.

 

Con el paralelismo trazado entre “Cuenca” y “Factoría” podemos seguir contextualizando y veremos que la factoría en cuestión tiene un muelle con una extensión superior a los seis mil kilómetros lineales, solo la provincia de  “Buenos Aires” aporta 1.200 km casi lo mismo para “Chubut” o “Santa Cruz”.

 

Para dimensionar de qué extensiones estamos hablando solo diremos que “Inglaterra” cuenta con 130.279 km2 es decir que cabe poco más de dos veces en la provincia de “Buenos Aires” o que el “Reino Unido” en su conjunto tiene 243.610 km2, también entra poco más de una vez en nuestra provincia.

 

Y “Tierra Del Fuego” es solo tres cuartas partes de “Irlanda” (3/4 p) pero nuestra provincia es la segunda mayor productora gasífera a este lado del continente.

 

¿Y qué produce esta mega factoría con semejante frente de atraque? En principio todo lo que hoy está sosteniendo gran parte de la alimentación al norte del Ecuador y bastante más, abastece a los rubros agroalimentarios, cordón frutihortìcola del Valle, agroquímicos, ganadería, actividad petrolífera (Vaca Muerta, YPF/ Chevron , San Julián, San Jorge, Can 100, Can 200, Can 300, Shell, Equinor y mas), industria y desarrollo del SHALE (Chevron), industria de la minería, refinación y reducción del aluminio (ALUAR), pesca extractiva a escala global, turismo, cargas generales… etcétera.

 

Poniendo los números y las actividades sobre la mesa emerge una verdad tan dolorosa como irrefutable, el porqué del carácter extractivista de todos nuestros ramales ferroviarios y el jamás concretado “Corredor Atlántico”. 

 

Esto que hacemos de mencionar las dimensiones de un país con respecto a otro, lo hacemos también para mensurar el alcance que tienen determinadas acciones ligadas con el desarrollo que nosotros omitimos o peor aún, las dejamos en manos de los agentes de ese imperio al que decimos aborrecer.

 

Tomemos el caso España: es más chico que la provincia de Buenos Aires, es una península que está rodeada por océanos y mares…ergo; está desarrollando dos corredores marítimos el “Atlántico” y el “Mediterráneo” en el último caso será un corredor que conectará tres mil quinientos kilómetros entre el norte de África y España que a su vez servirá para comerciar mercaderías de la ruta transahariana.

 

En el caso del “corredor Atlántico” este servirá para comerciar y transportar todas las capturas de las cargas provenientes de “Gran Sol” y “Terranova”.

 

Una vez consultados brókeres, agentes, desarrolladores y corredores portuarios, los gobiernos autónomos deciden avanzar en la concreción del “corredor” ya que los números muestran un ahorro de tres céntimos de euros por cada mil kilómetros recorridos.

 

Hay dos palabras que conllevan conceptos que debemos aprendernos y manejar muy bien, tenemos que tener bien en claro que es y cuando aplica el “Hinterland” y el “Heaterland”.

 

HINTERLAND: acepta dos acepciones; la más antigua nos vendrá de un término germano que significa “La tierra que hay detrás de un puerto”, también se define como “zona de influencia” de un puerto o gran ciudad. Bien.

La acepción británica despeja todo tipo de dudas, ellos introducen en la definición de “Hinterland” la palabra “Heaterland” (corazón).

 

Y entonces nos queda que “Hinterland es el territorio adyacente de influencia que va desde el “Heaterland” “corazón” de las actividades económicas hasta las mismas fronteras” ellos se auto adjudican un poder hasta las mismas fronteras.   

 

Se entiende ahora el porque de los ramales extractivistas, la adquisición de los ferrocarriles, la negación a un corredor marítimo, la destrucción de la matriz productiva, la lenta y constante destrucción de las economías regionales, la variación negativa del mapa portuario argentino, el traccionar de los agentes de los organismos multilaterales.

 

¿Es importante un corredor bioceánico? Sin dudas. ¿Es importante “latinoamericanizar” la región? sin dudas. Ahora es imperativo la interconexión de nuestros trazados portuarios a modo de un gran corredor marítimo, para que con nuestras riquezas, nuestros recursos y nuestro comercio exterior, nosotros digamos cuando, donde, como y porque.

 

Debemos aceptar que nos manejan gran parte de todo, también podemos aceptar que no quieran repasar y mucho menos volver al ABC del peronismo, lo que no podemos aceptar de ninguna manera es que también les dejen manejar nuestros corazones.                           

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