Entrevistas | 4 abr 2023
supuesta tortura en Malvinas 🪖
⚠️ “La gente que instala esto, solo busca revolver para crear una situación que nunca existió”
Luego de que el abogado del CECIM1 La Plata, Jerónimo Guerrero Iraola, publicara en las redes una foto2 donde un ex soldado combatiente de Malvinas se mostrara sonriendo mientras supuestamente torturaba a otro aplicándole el llamado “submarino”, y que el medio Agenda Malvinas lo replicara y esto tomara una enorme visibilidad, busqué el nombre del supuesto torturador en Facebook para ver si podía obtener una confesión de esta aberración, ya que -como dicen los que viralizaron esta “información”- la foto que el abogado divulgó, había sido publicada por el propio supuesto autor del delito, al que pareciera, según expone el medio y sus columnistas, no importarle quedar expuesto de un crimen tan aberrante e imprescriptible.
Admito que no fue muy difícil ponerme en contacto con el Capitán del Ejército retirado Eduardo Norberto Dalmedo3, ya que solo me bastó enviarle un mensaje privado por Facebook. Unas horas después me respondió y comentándole mi visión sobre ese tipo de delitos aberrantes y que la idea de la nota era contribuir a la verdad, la memoria y la justicia, me permitió entrevistarlo.
↓↓ENTREVISTA↓↓
Ni bien inició la entrevista, dejó claro que él durante su participación en la Gesta de Malvinas, fue subteniente, por lo que, señala, tenía un “grado militar” y que ello no era para impartir órdenes, sino para hacerse responsable de un grupo de soldados y “es triste que, por una foto que no solo la subí yo, sino que va a salir en mi libro que entró en edición en el mes de diciembre de 2021” esté sucediendo esto. “Esta foto es producto de que en Malvinas nos encontramos con un montón de problemas que teníamos que ir solucionando momento a momento, porque de no solucionarlos significaba morir de hambre, de frío o de lo que fuera”.
El veterano señala que, en su regimiento, él estaba a cargo del abastecimiento, y que, cuando los despliegan, lo hacen en tres cerros (Monte Longdon, Wireless Ridgey y Mooby Brook) y que esto implicaba algunos inconvenientes. “Había un problema de abastecimiento de agua”, y comenta que, incluso, “no podían llevar cocinas para darle de comer a los soldados de primera línea porque las pendientes eran ascendentes con laderas muy pronunciadas y con un terreno muy anegado, que por más que los jeeps eran muy buenos se enterraban, y cuando subíamos la comida con los cilindros llegaba fría, hecha un bodoque, por lo que decido llevar las cocinas a primera línea”.
El otro problema, que se sumaba al de darle de comer a los soldados, señala repetidamente, era el abastecimiento de agua, para, incluso, hacer la comida. Entonces, explica Dalmedo, ya que no había forma de llevar agua porque “llegaba el aguatero hasta la base del cerro y subirla al cerro cerca de 500 metros en pendiente pronunciada donde uno se enterraba caminando no era viable, entonces veo muchos ojos de agua, como se ve en la foto, y decido ver si esa agua es potable, ya que eran varios, grandes y estaban cercanos a la cima de donde estaba mi gente. Primero decidimos tomar contacto con el hospital militar para saber si ellos podían analizar el agua. Nos dicen que sí, que tenían bioquímicos, y nos fuimos a sacar muestras de agua, y por eso es esa la posición del soldado, que está sacando agua y lo estamos sosteniendo para que no se caiga de cabeza y porque no podía meter lo pies en el agua porque se congelaba y además contaminaba el agua con los borceguíes, y así como estuvo ese soldado, estuve yo colgado de cabeza y pedía que sostuvieran los pies para llenar la caramañola, porque no había posibilidades -como se ve en la foto- producto de la turba y del pasto, de acercarse al borde y sacar agua” con comodidad. “La forma era esa: primero para que nosotros mismos no nos caigamos al agua y no la contaminemos, y segundo para poder sacarla, porque se empezaba a romper el borde, era muy anegado el terreno”.
Le pregunté a que se debía el texto de su posteo, ya que daba a entender que ese soldado estaba en esa situación producto que se había “portado mal”, a lo que el veterano expuso que “una de las cosas que nos mantuvieron a todos, a mí y a mis 60 soldados, era sacarnos de ese mal momento de sentirnos mal, de depresión, con algún chiste o alguna broma, y como había que sacar muestras de varios pozos de agua para ver cuál era el más conveniente” esa era la broma del momento, “de hecho todos los pozos analizados eran de agua potable, y el bioquímico nos dijo que igual le agreguemos una pastilla de cloro si era para beber, y que para cocinar no había problema”. Incluso comenta que, luego de los análisis que mostraban que los pozos eran de agua potable, les recomendó hacer sus necesidades alejados de esos ojos de agua o “en sitios donde existiera posibilidad de ataque enemigo”.
Entonces señala que, en carácter de broma, se decía “vos tenés que meterte a sacar agua para las muestras, y nos reíamos por la posición ridícula en la que tenés que estar de cabeza y el amague de decir ´te soltamos, te soltamos´; el chiste que puede hacer cualquier grupo de amigos”. Y ahora, producto de esta publicación de la foto, “recibo amenazas hacia mí y a mi familia”.
“La gente que instala esto, solo busca revolver para instalar una situación que nunca existió. Todo esto me parece fuera de lugar e incoherente, y que después de 41 años me vengan a plantear una cuestión así, es realmente ridículo”.
Ante mi pregunta si él tenía alguna denuncia judicial por torturas en Malvinas en estos 41 años, dijo no tener conocimiento de que alguna vez lo hayan denunciado. “Yo soy amigo de mis ex soldados, yo no soy más militar hace rato y me dedique a la docencia, y hasta el día de hoy las veces que nos juntamos, el 11 de junio, en el Regimiento de infantería 7 en Arana, solo recordamos cosas alegres como las de la foto”, “por eso en el posteo puse que si se acordaba alguien quien era el que estaba de cabeza le invitaba una cerveza, porque me interesaría saber quién era para recordar el momento, anécdotas, como todas las que recordamos esos 11 de junio que nos encontramos”.
¿Usted cree que el que estaba de cabeza en el agua puede ser alguno de los que se junta con ustedes los 11 de junio?, “Seguramente, lo que pasa que no con todos nos juntamos, hay gente que va, que le hace mal recordar, y nosotros somos muy respetuosos en ese sentido, porque lamentablemente, ni las fuerzas armadas ni la política se preocupó por mandarnos al psiquiatra a ninguno de nosotros. Los que son veteranos de guerra recién hace 10 años empezaron a moverse y a crear el centro salud de Veteranos. Imagínate que pasaron más de 30 años sin que tuviéramos la más mínima atención psiquiátrica o psicológica, porque las heridas de afuera se curan rápido, las de adentro todavía las llevamos todos, en mayor o menor medida, y estas cosas hacen daño. Estas cosas son las que tuvimos que aguantar durante 30 años, donde nos ignoraban por la calle, y recién en lo últimos tiempos empezamos a salir y a dar charlas y empezaron a conocernos y a entender quiénes éramos los veteranos de guerra, porque muchas veces nos mezclaron con la dictadura”.
Ante la respuesta, le repregunté si para él habían existido torturas en Malvinas, y señaló que “a mí no me consta, yo no vi. Nadie está ajeno al miedo y, a lo mejor, si algún superior trataba mal a un soldado, trataba de llamarlo a reflexión, porque estábamos todos en la misma. Nosotros éramos un grupo amalgamado entre soldados, oficiales y suboficiales, donde cada uno cumplía con su función y lo que tratábamos de hacer era cumplir con la misión. Porque cuando uno va a una guerra, va por la patria, pero cuando estas allá peleás porque el que está a tu lado, atrás y al costado. La camaradería, es el amor más sublime que existe entre los hombres. Al día de hoy yo abrazo a mis soldados y se me caen las lágrimas”. “Anoche no dormí por este tema, y me parece una aberración por parte de quien haya empezado con esta estupidez”.
Viendo lo que decía y la indignación que decía tener, le consulté si iba a iniciar acciones legales contra quienes iniciaron públicamente la divulgación de esta versión y a los medios que la replicaron: “Voy a denunciar sobre todo aquellas amenazas que tuve, y si logro ver el twitt4 y conseguir bien el nombre de este doctor, voy a iniciar acciones contra él porque es el que aparentemente empezó este problema, porque es muy triste durante mucho tiempo haber estado sufriendo la indiferencia y el menosprecio del pueblo y de gobierno, y pasar ahora esto. Ayer me subió la presión. Asique ayer consulté a un abogado amigo, porque no tengo abogado personal, y voy a denunciar a los que me amenazaron a mí y a mi familia, y al que inició esto” y lo replicó5.
“Todo esto realmente me parece surrealista, de hecho, si yo tuviera algún prurito, la hubiera borrado la foto, que ya te dije, va a salir en mi libro, porque es la que muestra cómo tuvimos que salir a buscar agua de los pozos porque no hubo una planificación estratégica como corresponde para saber cómo llevar agua a primera línea. Era ilógico hacer despegar un helicóptero para buscar agua, porque era un blanco fácil. Y sí, estábamos riéndonos, yo no vi nunca un torturador que se saque una foto mientras tortura, tenés que ser muy sádico, y yo no lo soy”
Por último, para cerrar el tema de la denuncia mediática de la que fue objeto, el ex combatiente de Malvinas, acusado mediáticamente de torturador, dijo a los que han leído “primero conózcanme antes de emitir alguna opinión, mi Facebook es público6 y no tengo problema de hablar con la gente, no se cierren con la opinión de algunos o con un cartelito, antes de agredir a alguien conózcanlo. Yo nunca agredí a nadie, si no tenía que defenderme. Tenemos que dejar de emitir opinión sin conocer, y ser respetuosos del prójimo, y parte de la culpa la tiene la prensa amarillista”
CONCLUSIÓN:
Como dije en la introducción de la entrevista, esta entrevista está forjada para tratar de llevar luz sobre un tema tan delicado como es la Gesta de Malvinas, y solo espero que sea cual sea la verdad, tiene que ser determinada por la justicia, y los responsables del daño deben pagar. Ya sea que realmente existiera una aberrante, cobarde y criminal tortura, como si se divulgó como cierta una tortura que nunca existió y se señaló a una persona inocente.