sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Entrevistas | 13 abr 2023

🗣️ Lic. Guillermo Rossi

☠️ "La identificación de nuestros caídos en Malvinas es producto de la violación del derecho humanitario por parte del Reino Unido"


El Ministro Guillermo Rossi, diplomático de carrera en situación de retiro (entre otros cargos fue Subdirector General de Malvinas y Atlántico Sur 1997 al 2010 y embajador en Honduras 2011-2016), ha sido y es consultado por los gobiernos sucesivos por su conocimiento de la Cuestión Malvinas en general.

 

Hace unos días tuve el placer de volver a reunirme personalmente con él para conversar sobre Malvinas, más precisamente para aprender y entrevistarlo sobre su reciente disertación en el Consejo Deliberante de Mar del Plata1 en busca de evitar se estableciera un réplica del cementerio de Darwin, y fuera propuesta por la Fundación “No me Olvides”, cuyo fundador es Julio Aro, actual amigo y socio del profanador de los cuerpos de nuestros caídos en la Gesta de Malvinas, el Coronel Jeoffrey Cardozo2 e impulsada por el Bloque de concejales del Frente de Todos.

 

Si bien la primera parte de la entrevista versó sobre este tema realmente impactante, sus palabras hoy son más que actuales a causa de la decisión del Reino Unido de demorar o no continuar con lo establecido con los acuerdos bilaterales argentino-británicos3 en la materia en el marco del Derecho Internacional Humanitario , relacionados con la prosecusión de la tercera etapa de “identificación” de los Caídos argentinos sepultados en ese cementerio, cuestión que claramente se interrumpe por dos motivos: el primero es por la anulación del llamado Comunicado Conjunto4 y el segundo es que el Reino Unido espera que llegue al poder un gobierno entreguista y desmalvinizador como lo fue el del Mauricio Macri, y así poder usar aquella necesidad como señuelo para edificar otra aberración apátrida como lo fue el pacto Foradori-Duncan, que para el Ministro Rossi y varios especialistas en derecho internacional era un tratado en los términos establecidos por la Convención sobre Derecho de los Tratado, Viena, 1969, y así proseguir la tarea que nada tiene que ver con la mala o buena relación que pueda tener un Estado con otro.

 

Es decir, a lo que hoy se niega el Reino Unido, es a cumplir con una tarea de “identificación” que, a su vez, es producto de la flagrante violación del Derecho Internacional Humanitario producida por la profanación británica de las tumbas de nuestros Caídos en 1983. Una situación no sólo poco conocida sino tergiversada, y que, los sucesivos gobiernos argentinos jamás denunciaron o expusieron como correspondía, antes, durante o después de la firma de cualquier tipo de acuerdo de identificación.

 

Incluso, explica el Ministro, no sólo se llegó a homenajear al autor material de esta violación, Coronel Cardozo en el Congreso de la Nación5 y en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires6, sino que además fue recibido por el propio entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri7, y hasta se llegó al absurdo de que desde diversas entidades de Mar del Plata se impulsara la nominación de Aro y Cardozo al Premio Nobel de la Paz8 por la aberrante tarea.

 

Para empezar, el Ministro dejó claro que el cementerio de Darwin “no fue construido, imaginado ni querido por lo argentinos, sino que fue una creación británica que surge de la peor manera posible: por vía de la flagrante violación del Derecho Internacional y de las más elementales normas de convivencia que tienen que existir entre dos naciones que proclaman su pertenencia a los valores occidentales, como, por ejemplo, el respeto a los muertos y su sepultura”.

 

“Cuando se produjo la rendición de las fuerzas argentinas y se rindieron unos 13 mil soldados argentinos, los británicos, en violación del derecho internacional humanitario, en especial de las convenciones de Ginebra, retuvieron unidades de Ingenieros del Ejército y de la Armada para obligarlos a demarcar los campos minados, lo que lamentablemente produjo bajas argentinas –1 muerto y 3 heridos-“, y retuvieron unidades de Sanidad para que sepultaran a los soldados argentinos caídos en los últimos combates del conflicto. Luego, con respecto a los Caídos argentinos “que estaban sepultados en sus tumbas esparcidas por las dos islas”, como lo muestra el mapa confeccionado por la Dirección de Bienestar del Ejército, y como producto de la presión de los isleños que “insistían se eliminaran esas tumbas de guerra”, el gobierno británico ordenó su reenterramiento en un solo lugar. Por orden del Ministerio de Defensa británico, Cardozo estuvo a cargo de esa profanación.

 

El Ministro Rossi expone que el término “tumba de guerra”9, “es una figura jurídica creada por el Derecho Internacional Humanitario10 , por la cual la potencia que está en control del territorio donde se hallan esas tumbas -no importa bajo qué título jurídico- tiene la obligación, no sólo de respetar las tumbas, sino de mantenerlas, y sólo pueden ser perturbadas o cambiadas, por acuerdo entre el país ocupante y el país titular de esos caídos, y bajo determinadas condiciones se puede operar este cambio, como ser la cooperación e intercambio de información, y en el caso extremo de que el país titular de esos caídos no quiera colaborar, la potencia ocupante controladora de esas tumbas, puede relocalizarlas transcurridos cinco años, salvo que esté en juego la salud pública. Nada de esto se dio en este caso”.

 

“En esa época (1982-1983) hubo un intercambio de notas, en las que el Reino Unido le proponía al gobierno argentino (la dictadura) lo que ellos llamaban la “repatriación· de los restos. Por supuesto el gobierno argentino contestó que no iba a procederse a ello, porque no cabía tal expresión, ya que los Caídos se encontraban en territorio argentino. Esta situación y la presión de los pobladores de las islas hizo que en diciembre de 1982 el gabinete británico en pleno, a través de una Order in Council11 , que es un instrumento parecido a lo que sería un DNU nuestro, con la firma de todos los ministros británicos, le ordenó al Ministerio de Defensa que se procediera al reenterramiento de los Caídos argentinos, y a ese efecto, ese ministerio envió a las islas al entonces capitán Geoffrey Cardozo con una brigada especial para hacer ese trabajo ad hoc. De acuerdo al propio informe que éste elevó, se procedió primero a la elección del lugar para ubicar el cementerio, tarea que estuvo a cargo de dos pobladores (un granjero y un representante de la Falkland Island Company). “El lugar más completamente inhóspito posible12, en una ladera que mira el mar y que, a propósito, por estar en pendiente, hace que los ocasionales viajeros, no pudieran verlo”.

 

De esta manera, explica el Ministro, es que “se produce la violación flagrante del Derecho Internacional y de las bases más elementales de las buenas costumbres, como lo es ir a perturbar, molestar y profanar la tumba de los Caídos argentinos. Y en esa tarea de mover 220 de nuestros Caídos, el Capitán Cardozo y su equipo perdieron la identidad de 123 de esos 220 restos. Por ello jamás hubo NN ni “soldado sólo conocido por Dios”: todas esas son mentiras, infamias y circunloquios inventados por los británicos y lamentablemente aceptados y creídos por los sucesivos gobiernos argentinos, e incluso por los periodistas que mienten13 sistemáticamente al respecto, llevando a la población y a los políticos al extremo absurdo de considerar a Cardozo como una persona a la que se le debe agradecimiento, y que se llegó al extremo de ser recibido por el anterior presidente de la Nación y las Cámaras del Congreso Nacional y la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, en una demostración absoluta de desconocimiento de la realidad histórica y falta de criterio para defender el honor y la dignidad de la Nación y de los Caídos”.

 

“El cementerio de Darwin nació con el pecado original de ser una violación directa, material, tangible y perdurable del derecho internacional, por lo que no es un cementerio argentino14. Es un cementerio que contiene Caídos argentinos, pero que no fue gestado ni ideado por nuestro país. Y creer que es un cementerio ´argentino´ falsedad implantada por la inteligencia británica15 , que hace muy bien su trabajo. También es una extraordinaria operación de prensa distractiva de la inteligencia británica17 que el Coronel Cardozo, autor material de esta violación sistemática del Derecho Internacional Humanitario, pase a ser candidato al Premio Nobel junto con Julio Aro, en lugar de ser desenmascarados y denunciados públicamente. Eso es producto, además, de la increíble ignorancia de los sucesivos gobiernos argentinos”.

 

“No nos olvidemos que la idea de la supuesta identificación, fue necesaria como producto de la responsabilidad de los británicos, porque fueron ellos quienes movieron los cuerpos y quienes perdieron la identificación. El gobierno argentino (en especial la Cancillería y las Fuerzas Armadas y de Seguridad) siempre supo quiénes eran los Caídos enterrados en Darwin, pero en 123 casos se ignoraba en cuáles tumbas se encontraban, pero eso no fue responsabilidad del gobierno argentino, sino del británico y más específicamente del Capitán Cardozo y sus hombres”.

 

En 2012 la entonces presidenta anunció que se aceptaba la tarea de supuesta identificación17. Después vino el gobierno del presidente Macri que llevó adelante esa tarea18 y homenajeó a Cardozo19 como si tuviéramos algo que agradecerle”.

 

Y enfatiza Guillermo, “esto es responsabilidad de la totalidad de la clase política argentina. Porque nunca estuve en contra de esa tarea de localización, pero lo menos que podían hacer los sucesivos gobiernos argentinos es, al acordar con el Reino Unido la realización de esa tarea, para satisfacer a los familiares de los Caídos involucrados, incluir en las negociaciones de esos acuerdos, que el Reino Unido reconociese la violación de las Convenciones de Ginebra, y si el Reino Unido se negaba a ello, el gobierno argentino tenía (y aún tiene) la obligación de realizar una declaración unilateral explicando todo esto, para que el mundo se entere de porqué se hacía esa tarea”.

 

El Ministro Rossi insistió que era y es imprescindible dejar claro que “esa tarea no es producto del desprendimiento o la bondad del Reino Unido, sino de una muy estudiada acción de inteligencia británica, para hacer pasar algo por lo que no es. Y de esta acción de implantar la idea de la “identificación” estoy enterado desde el 2008, porque todo esto me lo comentó el entonces jefe de la delegación británica ante la Convención de Ottawa sobre Minas Antipersonal”.

 

Por último, reiteró “que el gobierno de Macri firmó un acuerdo para hacer este trabajo y el actual gobierno firmó dos, por lo que todos son responsables de la misma manera”. “Acá no hay grieta. La única grieta es entre la correcta defensa del interés nacional y el desastre que hicieron los políticos de todos los colores y todos los bandos, ofendiendo a los Caídos que dieron su vida por una causa que los políticos en realidad no respetan”.

 

POr Luciano R. Moreno Calderón

Unión Malvinizadora Argentina 

https://twitter.com/UMalvinizadora  

 

↓ 1° Parte de entrevista completa (VIDEO) ↓

 

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