domingo 23 de junio de 2024 - Edición Nº2027

Análisis | 3 jul 2023

Por Néstor Forero

💸La deuda como modeladora social


Mucho se ha hablado y se habla de la deuda, especialmente desde el punto de vista monetario y financiero, pero escasamente se ha meditado a la deuda como instrumento modelador de la sociedad. Quienes hablan de "Honrar la deuda"1 a como diera lugar, están inmersos en una lógica implantada por el colonialismo semántico: la deuda por su imposición viola principios esenciales a la vida humana; el retirar recursos para pagar las obligaciones deja sin cobertura a los sectores más desprotegidos; así debería calcularse cada pago efectuado al sector financiero internacional no en dólares u otra moneda extranjera sino en litros de leche o viandas alimenticias para sostener y proteger a los sectores más vulnerables, ello nos daría una dimensión humana de los esfuerzos a los que estamos sometidos. 

 

"Honrar la deuda" es colonialismo semántico, es enaltecer deudas que no lo merecen, (las deudas sociales si lo merecen). Deudas que son ilegítimas, odiosas, injustas, inmorales, usurarias e írritas, son elevadas a un rango superior a nuestra sociedad, a nuestro destino como nación. Aceptamos con ello nuestra sumisión al poder financiero internacional. Nos colocamos en una situación de indefensión, donde no es posible exigir derechos ni responsabilidades a los tomadores de deuda. 

 

Se nos dice que no podemos reclamar derechos y solo podemos pedir perdones por el incumplimiento de las obligaciones impuestas, bajo la amenaza de desaparecer del mundo civilizado y caer en el infierno del descarte mundial. El sometimiento se completa con la implantación de un sistema económico extractivo de nuestros recursos, su exportación con nulo o escaso valor agregado, con predominio de lo financiero sobre el trabajo, escaso este y mal remunerado, y con sectores sociales, cada vez más amplios, amenazados con la marginalidad como violencia social y la intolerancia, con escasa capacidad para reconocer a nuestro prójimo como nuestro próximo, destruyendo así la cohesión social, imprescindible para enfrentarnos con los poderosos que nos someten La deuda así va destruyendo la unidad de destino de nuestro pueblo y el de todos los pueblos del mundo.

 

Por Néstor Forero

 

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