jueves 27 de junio de 2024 - Edición Nº2031

Entrevistas | 30 nov 2023

🎂7 AÑOS DE LA CONF COMBATIENTES

🪖 “Pedimos que se termine con el zigzagueo de la Cuestión Malvinas y sea una Política de Estado”


Sobre la creación de la Confederación

 

No creo en las individualidades. Hay algunos que hacen goles, pero los equipos son los que llegan a ganar campeonatos, y yo formo parte de un equipo. Nosotros, en su momento, veíamos que hacía falta una construcción nacional, porque en nuestras provincias somos exitosos. En Santa Fe tenemos leyes superadoras a la Nación, que hoy se están equiparando, como la pensión de hijos que tenemos desde el año 2017, que, cuando fallece el padre y la madre, como ocurre en Europa, los hijos se dividen la pensión y se los incentiva a que sigan luchando por la causa, y en algún tiempo no muy lejano, serán los que agarren los micrófonos los 2 de abril.

 

Tuvimos dos años previos a la constitución de la Confederación trabajando y recorriendo el país, centro por centro, provincia por provincia. En esa época, me acompañaba Sergio Novarin (que era presidente de la Federación de Buenos Aires). Fuimos hablando y tratando de convencer a los compañeros de que unirnos era el único camino para la lucha. Tuvimos varias etapas, y cuando éramos mas jóvenes no nos poníamos de acuerdo y se formaban los centros que por ahí estaban aislados. Pero luego entendimos que se necesitaba unidad.

 

Recorrimos todas las provincias con un lema que tiene un mensaje muy interesante -por todo lo que pasó en la historia política de nuestro país-: nosotros decíamos que éramos los soldados que habíamos usado el único uniforme que reconocíamos, que era el de San Martin, y habíamos ido a defender la única bandera, que es la de Belgrano. Y ahí se tomó la decisión de hacer un gran Congreso y estampar las firmas y llegar a un acuerdo. Lo querían hacer en Rosario porque ahí había nacido el centro que había incentivado toda la unidad, pero yo tomé la decisión que se haga en San Lorenzo, que es el único lugar de Argentina donde San Martín peleó.

 

En ese lugar hicimos un bosquejo y pusimos varias cláusulas, una de ellas decía que, para generar confianza, los presidentes no renovaban y que fueran gestiones de cuatro años no renovables. Se terminó decidiendo que yo sea el primer presidente. Entonces la anotamos en Buenos Aires -en Personaría Jurídicas- y donde se legalizó fue en La Plata, dentro de la Municipalidad se hizo un Congreso Nacional, se firmó con abogados, escribano, veedores y ahí se crea la Confederación en el año 2016.

 

Estuve en la Presidencia de la Confederación durante 5 años, porque nos agarró la pandemia y por lo tanto no podíamos celebrar el Congreso, pero apenas se pudo, se hizo la elección y hoy el compañero Ramón Robles es el presidente actual.

 

Dentro de las cláusulas, también habíamos puesto que cada provincia y centro de veteranos conservara su autonomía, bien federal. Por ejemplo, vos tenés provincias como Buenos Aires que tienen 6000 veteranos u otras como Santa Fe y Córdoba que tienen 2000, pero también hay otras provincias tienen 100 o 200 veteranos, e incluso algunas que no llegan a los 100, pero se tomó la decisión que cada provincia tenga un voto -mas allá de la cantidad de  veteranos-, se decidió que cada dos meses debíamos tener reuniones, que las decisiones las tomamos entre todos y que las bolas de nieve había que pararlas de chiquitas, porque somos un grupo muy amplio, muchas provincias, y hay mucho folklore: como Argentina, que es diversa.

 

En ese momento, cuando se forma la Confederación (2016) viene un cambio de gobierno, que nos preocupaba, y pasamos por un motón de etapas. Hubieron muchas marchas porque había un gobierno que no comprendía la Causa Malvinas, teníamos que volver a formar la Comisión Nacional de Veteranos en el Ministerio del Interior y, nobleza obliga, Rogelio Frigerio, que era ministro, nos entendió y comprendió.

 

Una organización amplia, que aglutina a todos los combatientes

 

Nosotros, a diferencia de otras organizaciones que no aceptan soldados, somos una organización muy amplia. Me acuerdo que en una marcha que se hizo en el Ministerio de Defensa, me tocó hablar y lo dije claro: se terminó la diferenciación entre oficiales, suboficiales y civiles; se terminó la diferencia entre Prefectura, Fuerza Aérea, e infantes de Marina. Somos todos veteranos de la guerra de Malvinas.

 

Nosotros hicimos la paz, pero la verdad, y esto hay que decirlo, para todos la campaña no fue igual. Yo por ahí en mi regimiento tuve otras visiones y otros momentos, pero hubieron compañeros que la pasaron mal, y hubieron enfrentamientos entre oficiales y suboficiales y los soldados. Yo no voy a negar nunca que hubo estaqueados en Malvinas. Yo no lo vi, pero sé que los hubo. En la guerra se ven todas las miserias y a la vuelta hay memoria.

 

Hubieron miserias, pero nosotros lo que queremos resaltar, es la defensa del honor de muchos soldados, oficiales, suboficiales y civiles, de todas las armas y todas la fuerzas, que honraron el uniforme de San Martin. Después hubieron otros. Como en todas las guerras. Hubieron cobardes, malos, y mucha miseria, y hay compañeros que no lo pueden asimilar, y yo los entiendo. Después hay otros que lo asimilaron. Yo conozco compañeros que fueron estaqueados, y no tienen ningún problema de reunirse con un oficial o suboficial, porque no fueron ellos estaqueadores o el que los estaqueo.

 

Además, los que estaquearon o cometieron delitos de lesa humanidad o atentaron contra la democracia, jamás se acercaron a los centros, porque los mismos compañeros los expulsaban. En ningún centro de ex combatientes, de ninguna ciudad, podría convivir el estaqueador con el estaqueado. Entonces no se mezclaban con nosotros. El que había cometido delito de lesa humanidad no se mezclaba con nosotros, porque incluso las leyes de veteranos de guerra que impulsamos y se aprobaron lo aclaran en sus artículos: “No será beneficiario de una pensión de honor aquel que atentó contra la democracia o cometió algún delito de lesa humanidad durante los ocho años de la dictadura”.

 

Aparte hubieron oficiales y suboficiales que combatieron honrosamente, que fueron amigos de los soldados, y después, como en todo lugar, están las miserias de algunos, pero esa miseria no puede empañar el coraje de muchos. No puede empañar lo que fue Malvinas y el motivo por el que fuimos a Malvinas. Porque no son dos islas flotando en el Atlántico Sur: son recursos naturales que son diez o quince veces mas potentes que la pampa argentina. Este 2 de abril puse de ejemplo que mi provincia tuvo dos o tres años de sequía que trajo problemas en el fisco nacional, y si ese Mar Argentino depredado por potencias extranjeras pudiera ser cosechado por nosotros hubiéramos soportado la sequía de otra manera.

 

Y a esto hay que sumarle algo muy preocupante e importante para los argentinos, aunque algunos no lo vean: la Antártida Argentina, que es la fuente de agua mas grande que tiene el planeta con todos sus minerales y recursos, y que el imperio los reclama. Si vos te vas a Inglaterra, lo que vos ves en tu mapa como Antártida Argentina, ellos en el mismo mapa ponen Tierras de la Reina Isabel. Dentro de unos años viene el gran debate, y aunque Argentina tiene una permanencia de mas de 100 años, hay que ver cómo se reparte o si hay una prórroga. Rogamos que haya cancilleres que negocien de pie y no se pongan de rodillas, como últimamente viene pasando.

 

Los primeros pasos de la Confederación, y el gobierno de Macri

 

Yo espero que a este gobierno no haya que explicarle, como a todos, que nosotros somos los que sobramos de la guerra. Porque hemos tenido problemas con el PAMI, porque no entendían. Cosas que se repiten y esperemos que en este cambio de gobierno no ocurra lo mismo, porque cada cuatro años hay que explicarle que en Argentina hubo una guerra.

 

Yo tuve la oportunidad de decirle a Macri en la cara, en la Quinta de Olivos, que si cuando nos bajamos al continente -que veníamos prisioneros- nos hubieran llevado al médico, no hubiéramos tenido 700 suicidios, quizás menos; si nos hubieran preguntado que queríamos hacer y nos hubieran becado en estudios, o nos hubieran dado un crédito para comprar un torno, las cosas hubieran sido diferentes. No pedíamos una pensión. Pero después de diez años la política se dio cuenta que se estaban matando todos, y apareció la pensión. Y yo nunca quise una pensión, porque la paga el pueblo. Pero acá pasaron un montón de cosas y el Estado está siempre atrás. Primero pasan las cosas y después ponemos parches.

 

No contestó en su momento, y las cosas siguieron. Tuvimos marchas, tuvimos una buena recepción del PAMI, se creó la Comisión Nacional donde estamos todos incluidos. Después apareció el Foradori-Duncan y tuvimos que marchar, y a pesar que las provincias están alejadas de la capital, el 26 de diciembre de aquel año no solo nos movilizamos por ese acuerdo, sino también porque no queríamos que desapareciera la cara de San Martin de los billetes, para ser reemplazado por animalitos.

 

Y así se fue gestando la Confederación. Tuvimos muchos logros, como ser las carpetas médicas. Para eso tuvimos que marchar al Ministerio de Defensa para que 4.500 compañeros tuvieran su carpeta médica con su Anexo 40 otorgado: carpetas médicas que tenían un atraso de diez o quince años. Por ahí la gente desconoce, pero el Comité Mundial de la Salud explica que ningún veterano de guerra viene bien, por lo que se tienen que hacer estudios psicológicos y psiquiátricos a esas personas que estuvieron en la guerra.

 

Yo siempre digo que a los 18 años teníamos que estar sentados con nuestra novia en el banco de una plaza y aparecimos con un fusil y un casco para salir a matar gente o morir. Y nadie está preparado para matar a otra persona. Nadie. Y no existen los “Rambos” en la guerra. Algunos lo toman de una manera y otros de otra. Hicimos lo que pudimos, y los ingleses fueron los que mas lo valoraron.

 

Esas carpetas médicas salieron, y después con la gestión de Agustín Rossi en el Ministerio de Defensa se pagaron. Entonces podemos ver que la unión de todas las provincias para crear la Confederación tuvo un saldo súper positivo, y sigue siendo positivo al día de hoy.

 

Qué se espera de este cambio de gobierno, en torno a Malvinas

 

En relación a Malvinas, es simple. Las Malvinas no se entregan, no se venden. Y lo dije en acto que tuvimos en el Museo de la Constitución en Santa Fe Capital, teniendo en cuenta las declaraciones de la futura Canciller, Diana Mondino, donde hablaba de conversar con los kelpers, donde se hablaba que el presidente electo era fan de Margaret Thatcher y el Presidente norteamericano Ronald Regan. Entonces, cuando me tocó hablar, reafirmamos que la Constitución no se toca y que en ella hay un anexo donde dice que las Malvinas son argentinas, y el que negocie lo tiene que hacer siempre con la soberanía argentina, nunca entregarla. Porque es un mandato constitucional.

 

Nosotros aplaudimos la creación del Consejo Nacional Malvinas dentro de la Cancillería, espero que no lo derriben. Mas allá de los logros que hemos tenido como soldados y ex combatientes, hoy estamos preocupados por la actitud que pueda tener el Presidente en los foros internacionales, en las negociaciones. Porque lo que dice esta señora Mondino se aclaró en 1965, cuando era presidente Illia y se logró que todos los años, el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas emita una Resolución sobre Malvinas. Por eso las negociaciones son entre el Reino Unido y Argentina ¿Por qué? Porque los kelpers son una población implantada (no nativa) y no dejaron que nunca mas volviéramos, y por ello la Cuestión está dentro de lo que es el Comité de Descolonización. 

 

Hubieron un montón del altibajos durante muchos años desde 1965 a la fecha, pero nobleza obliga, cuando llegó Néstor Kirchner eso tomó una altísima importancia, ya que el presidente recorrió foro por foro hablando de Malvinas, y en cada lugar al que iba explicaba que nos habían robado un territorio que pertenecía a la Argentina, y nunca se arrodilló. Pero después vino otro cambio y por eso nosotros pedimos que se termine con el zigzagueo de la Cuestión Malvinas y sea una Política de Estado que continúe linealmente. Basta de acuerdos como el Foradori-Duncan, que son incluso contradictorios con la Constitución Nacional.

 

Ahora, los ingleses hace poco le mandaron una carta al presidente electo donde le pusieron que de Malvinas no conversan, y solo van a hablar de negocios. Nosotros, desde este lado le decimos que por supuesto que de Malvinas no se habla, porque no son negociables, son argentinas.

 

Una guerra que continúa, gracias a una batalla que ganamos

 

Si no hubieran estado los centro de veteranos de todo el país, con miles de veteranos tirando del carro, hoy Malvinas serían cada 2 de abril dos reglones del diario mas conocido de Argentina.

 

Malvinas no fue solo la guerra del borracho. Por supuesto que la dictadura fue feroz. Por supuesto que la guerra fue un horror y un error. Que se entienda bien, porque cuando decimos que la Malvinas solo fue la guerra del borracho, le estamos dando la razón a Inglaterra, porque si bien puede haber sido una actitud que se tomó de manera equivocada, las Malvinas son argentinas y vamos a pelear siempre por ellas.

 

Pero la soberanía no es solo las Malvinas; a mi también me preocupa YPF, los científicos, la escuela pública, la salud pública, la felicidad del trabajador que pueda bancar un plato de comida para él y su familia, y me preocupan muchas cosas.

 

La guerra es un error y un horror y nosotros perdimos con los ingleses una batalla, pero la guerra en paz continuó. Y hay una batalla que los ingleses no ganaron. Cuando vos te arrimás a una escuela y le preguntás a un chico de 8 años qué son las Malvinas, él te va a decir que son argentinas. Esa batalla,  Inglaterra no la ganó.

 

 

Por

Luciano R. Moreno Calderón

Unión Malvinizadora Argentina

https://twitter.com/UMalvinizadora

 

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