miércoles 11 de diciembre de 2024 - Edición Nº2198

Opinión | 20 ene 2024

🐍 La patria está en peligro


La Patria, por definición, es la Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.

 

Menos formalmente pero con el mismo rigor pasional podemos decir que la patria es el ámbito territorial pero también es el ámbito económico, social, cultural, histórico en el cual un Pueblo transita su devenir histórico. 

 

La soberanía es la potestad que tiene un pueblo para decidir su destino en esos ámbitos de la patria (territorial, económico, social, cultural, etc)  con libertad e independencia, sin ningún tipo de condicionamiento de toda injerencia extranjera. 

 

Hoy lamentablemente vemos un gobierno nacional con un ejecutivo admirador de aquellos que son nuestros enemigos históricos, que impiden el ejercicio pleno de la soberanía en nuestra patria.

 

Primero fue el Reino Unido que a través del neocolonialismo y la cooptación de las minorías oligárquicas impidió el desarrollo económico del país postrándolo económicamente como un país primarizado complementario de su economía industrial, un país rico para el disfrute de unos pocos privilegiados (la oligarquía) y de pobreza para la mayoría del pueblo.

 

Esa misma potencia todavía hoy sigue usurpando militarmente parte de nuestro territorio, Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Misma potencia que con la aquiescencia de las autoridades provinciales recientemente avanzo en la ocupación continental e instalo un radar en la provincia de Tierra del Fuego Malvinas e IAS.   

 

EE.UU. su aliado geopolítico y socio en  la Guerra de Malvinas, cuyo objetivo fue instalar la mayor base de la OTAN en el hemisferio sur, es un país que históricamente también actuó para impedir el desarrollo de una argentina desarrollada y soberana.     

 

Estos dos países son los que admira principalmente el presidente Javier Milei, el cual a través de sus iniciativas políticas (DNU y Ley Ómnibus) promueve y facilita la vulneración por parte de ellos  de nuestro territorio, nuestras recursos naturales y nuestra soberanía. 

 

El Decreto de Necesidad Urgencia N° 70/2023 denominado “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina” y el proyecto de ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, popularizado como “Ley Ómnibus”, importan más de novecientas reformas en muy diversas y disímiles cuestiones que prácticamente abarcan todos los ámbitos en que se desarrolla la vida de los argentinos, siendo verdadero golpe integral a la Soberanía en todos órdenes.

 

Algunos de ellos son:  

 

Soberanía Territorial:

Anula el régimen restrictivo ( Ley 26.737 - Denominada Ley de Tierras Rurales)  para la compra de tierras rurales por extranjeros. Actualmente, la ley limita el dominio o posesión de “tierras rurales” por personas extranjeras al 15% en toda Argentina. 

 

Esto implica el remate territorial indiscriminado de la argentina a extranjeros inclusive en zona de frontera, lo cual deja en estado de total vulnerabilidad la soberanía territorial argentina.

 

Soberanía Alimentaria:

La derogación de la Ley de Abastecimiento (20.680), Ley de Góndolas (27.545) y Ley de Promoción Industrial (21.608), modificación de las leyes Compre Nacional (21.608) y Compre Argentino (27.437), atenta contra la soberanía alimentaria nacional y favorece los oligopolios del sector alimentario.

 

Soberanía en el  ámbito de la Pesca y Recursos del Mar:

La modificación de la Ley Federal de Pesca N°24.922  resultará en la Liberalización del Mar Argentino, el desmantelamiento de la industria naval y del sector pesquero nacional, la pérdida masiva de empleos y la apertura de los mares a empresas extranjeras a través de la entrega de permisos de pesca de forma irrestricta y sin ningún cuidado, que traerá aparejado la depredación consecuente de nuestros recursos ictícolas. Esta reforma haría totalmente permeable a la Zona Económica Exclusiva de Argentina (ZEE).

 

Soberanía Hidrocarburífera:

La Ley Ómnibus propone derogar varias disposiciones de la Ley Nº 17.319 que regula la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los hidrocarburos en Argentina. Por este medio se dejaría de promover la participación de empresas nacionales en la actividad petrolera del país. Al derogar el artículo 51 las personas jurídicas extranjeras de derecho público, es decir, Estados Nacionales extranjeros, podrían obtener la titularidad de las explotaciones de hidrocarburos en el país.

 

También, con la  derogación del artículo 1 de la Ley 26.741, el logro del autoabastecimiento del país dejaría de ser un objetivo prioritario y de interés público nacional.

 

Privatización Empresas Estatales:

Las empresas estatales son las herramientas con la que el estado nacional puede garantizar soberanía y regulación en ámbitos estratégicos como la energía, el transporte, las comunicaciones, y el sistema financiero y económico del país. Privatizarlas implica no solo perder el patrimonio nacional sino que significa la perdida total de poder controlar o regular soberanamente esas áreas.

 

El artículo 8 del proyecto de “Ley Ómnibus” habilita y promueve la privatización de 41 empresas estatales: Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), Ferrocarriles Argentinos, Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), Nucleoeléctrica Argentina (Centrales Nucleares), Talleres Navales Dársena Norte S.A.C.I. y N. (TANDANOR), el mayor astillero de reparaciones navales de Latinoamérica, Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), Administración General de Puertos (AGP) que administra  62% de la carga de contenedores del país y la “Hidrovía Paraná-Paraguay”, Banco Nación Argentina, liquidación del Fondo de Garantías del Anses, cerrar el Banco Central, Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentina SE, Fabricaciones Militares, etc.

 

En síntesis las reformas propuestas implican

  • la desprotección del territorio continental argentino, del mar argentino y del espacio aéreo

 

  • el desaprovechamiento de los hidrocarburos y recursos naturales en miras a la producción y el bienestar e interés nacional;
  • el desmantelamiento de la industria naval y el sector pesquero e inclusive la legitimación de actividades pesqueras que el Reino Unido autoriza en las islas Malvinas y el Atlántico Sur; 
  • desaparición de la industria para la defensa y del entramado de empresas públicas  con la pérdida de soberanía en esos ámbitos sumado a la desaparición de miles de puestos de trabajo con Recursos Humanos especializados en esas áreas
  • perdida de Soberanía Alimentaria y el bienestar de la población;
  • Pérdida de derechos en ámbitos de la salud, la educación, medio ambiente, la cultura, sociales, etc, que no se detallan en el presente artículo.

 

Tanto el DNU como el proyecto de ley Ómnibus analizado, se orientan también a poner en crisis al mundo del trabajo, sus derechos constitucionales fundamentales, la organización colectiva de trabajadores, la libertad sindical, el derecho a huelga, las garantías para el cumplimiento de la gestión sindical, las convenciones colectivas, etc. Esta iniciativa, junto con la acción de represión de la protesta, apunta a debilitar toda oposición popular al cambio salvaje que propone este gobierno oligárquico.

 

No se pueden ignorar, también, las implicancias políticas que se ocasionan al intentar instaurar, por medio de la delegación de poderes en el ejecutivo prácticamente, una Dictadura Política. 

 

En los hechos esto constituye un verdadero golpe institucional de la Oligarquía Contemporánea Argentina (Grupos Económicos) en beneficio propio y en detrimento de pueblo en general.  

 

LAS DOS ARGENTINAS INCOMPATIBLES

 

Lo que esta en juego son dos modelos de país que históricamente pugnan por imponerse: 

  • Uno nacional, popular, soberano con desarrollo económico y equidad distributiva
  • El Otro oligárquico asociado a poderes coloniales extranjeros, un país para una minoría de unos pocos ricos.

 

El gobierno de Javier Milei con su DNU y la Ley Ómnibus promueve un país de Libre Mercado, competencia pura con una embestida contra los derechos económicos, sociales y culturales de los argentinos, para favorecer el negocio de unos pocos que son la Oligarquía Contemporánea Argentina (Grupos Concentrados de la Economía) y las empresas de sus socios coloniales extranjeros, en particular EE.UU. y el Reino Unido.

 

El resultado será la depredación de nuestros recursos naturales y económicos en beneficios de una minoría y en detrimento del pueblo y la nación argentina, con una perdida total de nuestra soberanía política, nuestra independencia económica y la justicia social que permite la promoción social positiva de la población.  

 

Se debe comprender que la Historia Política Pendular de la Argentina se debe justamente a que siguen pugnando dos Modelos de País antagónicos, hasta que uno de ellos no se imponga, los avances que logre en una etapa el campo popular (peronismo fundacional, la década ganada, etc) entraran en retroceso cuando polo político oligárquico se haga nuevamente del poder (Revolución Libertadora, Proceso de Reorganización Nacional, Macrismo, gobierno actual de Javier Milei).

 

Esta etapa es de oposición, resistencia y de lucha por recuperar el poder, pero cuando esto ocurra será indispensable llegar con un Modelo de País consensuado entre las mayorías populares y con un Proyecto de Gobierno que, en forma contundente, destruya el poder oligárquico para lograr un derrota definitiva del mismo, sino esto no aconteciera el movimiento histórico pendular de la argentina seguirá en forma periódica o, aun peor, con una derrota estratégica y definitiva del campo popular.

 

LA ACCION POLITICA

 

Estamos en una primera etapa que es de la protesta social, en esta etapa son importantes y valorables cualquier tipo de actividad de dirigentes, entidades colectivas políticas, gremiales, sociales o comunitarias que enfrente esta entente de la Oligarquía, para defender el derecho a una existencia digna de la población y pelear por una argentina soberana y sustentable.

 

No servirán como aglutinantes en esta etapa las propuestas ideológicas doctrinarias dogmáticas, fundamentalistas y totalizadoras; ya que si bien ellas dan formaciones políticas compactas, estas generalmente son débiles políticamente por su escasa cantidad de adherentes a raíz de tener un carácter bastante sectario desde lo ideológico. Además, estas propuestas fundamentalistas totalizadoras terminan limitando la posibilidad de agrupar y conducir grandes contingentes poblacionales que, aunque heterogéneos en su concepción, sumados en pos de objetivos comunes, dan una masa crítica poblacional que se constituye por esa misma magnitud masiva en un hecho con potencial político disruptivo de la realidad.  

 

Además de las acciones directas en terreno, movilizaciones y paros, como así también las tareas de guerrilla virtual por las redes, será importante sumar acciones innovadoras para debilitar y derrotar un gobierno antinacional que empezó ya a ocasionar un gran daño socioeconómico a la población. Un daño innecesario que irá creciendo en intensidad. 

 

De utilidad serán algunas de las muchas medidas sistematizadas que se hallan en el libro “De la Dictadura a la Democracia” de Gene Sharp, que prácticamente fue un manual para las Revoluciones de Color que derrocaron muchas de las autocracias existentes en los países tras la Cortina de Hierro de la era soviética. 

 

Seria inteligente políticamente y necesario, que se construya una verdadera coalición política popular nucleada alrededor de Grandes Objetivos Comunes Generales para lograr tener la mayor masa crítica popular posible, algo sumamente necesario ya que el Antipueblo se halla en su máximo nivel de poder histórico.

 

No es sensato ni inteligente esperar la solución de la problemática actual de la mano de Mesías Políticos o Lideres Salvadores a los cuales haya que darles un cheque en blanco y delegarles la conducción del proceso, ya que estos “lideres” pueden ser falibles o  también pueden ser fabricados por la maquinaria comunicacional del enemigo. 

 

Mucho más sensato será que se conforme con un criterio amplio y tolerante con las diferencias secundarias existentes entre los distintos sectores políticos y sociales, un ámbito político superior de conducción de los distintos espacios que conforman el campo nacional y popular (Conducción Estratégica), para crear un Plan de Acción y conducir el proceso que lleve a la remoción de este gobierno decidido a causar un verdadero genocidio social con represión y un saqueo mayúsculo a la nación.

 

También seria indispensable que se consensue y definan mínimamente Objetivos Comunes para un Proyecto Nacional que, en forma explícita, perfile el Modelo de País que queremos, que diga qué se va a hacer en un futuro gobierno, para que este documento político condicione a los futuros gobernantes de una coalición triunfante, y le quite grados de libertad para traicionar los intereses de la comunidad y la voluntad popular. 

 

Solo el Pueblo salvara al Pueblo.

 

Ariel Rolfo

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