miércoles 11 de diciembre de 2024 - Edición Nº2198

Análisis | 29 feb 2024

Salud y solidaridad

⚕️ El ataque a las instituciones de los argentinos llama al pueblo a defenderlas


Por:
Luis Esterlizi ✍️

“El hombre ante el temor - cuando es atacado - busca lo que le permita superar dicho trance percatándose que la esperanza de vivir es mucho más fuerte que el miedo a morir. Para el agresor, un poco de esperanza en las víctimas es esperable, pero mucha esperanza es peligrosa, porque los reaviva en su autoestima. Lo mismo sucede con una chispa ya que nada hace si está controlada, pero si no está, cunde el desconcierto y el temor - en este caso - al agresor.” (Conceptos del diálogo entre el Rey y un ministro, de la película “Los juegos del hambre”

 

El accionar autocrático del Presidente

 

Antes de entrar a discernir sobre el comportamiento y la personalidad del actual presidente, me parece razonable poner en claro el contexto general donde se desarrollan las actividades políticas, económicas y sociales en el país y cómo ellas golpean la vida y existencia del pueblo argentino. Creo que nadie puede en su sano juicio, ignorar que estos tres aspectos en la vida de una sociedad, están instalados bajo el peso de una crisis terminal, especialmente en lo ético y en lo moral.

 

Por dicha circunstancia, habría que terminar con la corrupción, las prebendas, las coimas  en obras públicas, la especulación, etc., como también con la ignorancia y decadencia de cierta clase dirigente.

 

Porque esencialmente lo que importa son las organizaciones y entidades que como parte de nuestra evolución social generaron un modelo de gobernanza consustanciado con la solidaridad social que es reconocido mundialmente.

 

Pero, lamentablemente esto no es lo que pretende Milei ya que -como Liberal libertario- su propósito es destruir definitivamente a dichas organizaciones libres del pueblo con el único propósito de exterminar cualquier atisbo de poder ciudadano, ya que el liberalismo pretende una ciudadanía completamente desnuda y desguarnecida, sin instituciones que la organice, la represente y defienda.

 

Esto es lo que procuraban los Reyes y en nuestro país las élites oligárquicas, para que el pueblo argentino, quedara como esclavo de sus pretensiones hegemónicas y por supuesto huérfano de líderes impregnados de los valores del ser argentino.

 

Hay que tener en cuenta además el largo proceso de degradación social, que sufrimos, especialmente a partir del golpe cívico-militar de 1976. Pero esto es como bien lo dice Alejandro Dolina: ”La ignorancia es mucho más rápida que la inteligencia. La inteligencia se detiene a cada rato a examinar; la ignorancia pasa sobre los accidentes del terreno que son nociones a gran velocidad y jamás hay nada que le llame la atención. Así llega rápidamente a cualquier parte, especialmente en las conclusiones.”

 

Este proceso, aunque lo vivimos actualmente, comenzó con formas estereotipadas durante la campaña electoral, mediante un compendio de estropicios verbales y gesticulares como el despliegue sin límites de denostaciones y calificativos aberrantes, que construyeron un ambiente de clara confrontación y demostración de un odio ancestral que prosigue actualmente. Triste y peligroso transcurrir que lamentablemente perfila acciones ignominiosas incontrolables.

 

Nadie propuso acuerdos o diálogos institucionales y mucho menos el Presidente, ya que él mismo profesa un espíritu confrontativo y contradictorio, ante una crisis que potencialmente proseguirá en su marcha destructiva, con peligrosas situaciones políticas, económicas y sociales, no muy fáciles de contener, más aún cuando prima la sinrazón, el odio y revanchas ideológicas reactivadas después de cientos de años estancadas en la mente enferma del viejo liberalismo.

 

Donde -desgraciadamente- más se advierte esta locura es en el obrar del Presidente, que como sentado en el trono de su presunto Reino parece mofarse de pobres y plebeyos, trabajadores, comerciantes y hasta de los jubilados, ante el despliegue de una crisis producida a exprofeso e instrumentada por medio de los DNU, mientras diputados y senadores discuten y pelean posiciones para la conformación de la Comisión Especial que tiene que revisar dichos DNU.

 

La privatización de las Obras sociales.

 

A continuación transcribo las opiniones del Ing. Maximiliano Dall ‘Aglio,  especializado en Sistemas de Atención Médica y Costos en Salud:                     

Análisis de los DECRETOS REGLAMENTARIOS 170/71/72 de los aspectos DESREGULATORIOS previstos en el DNU 70/2023.

 

Principios Conceptuales que hacen a la naturaleza de los sistemas de la Seguridad Social Argentina (SSA) en general y al sistema de Salud en particular.

 

“La Seguridad Social Argentina se basa en dos principios rectores que dan respuesta de manera integral a los derechos concebidos en el Art. 14 bis de la Constitución Nacional al garantizar el Acceso a la Salud de todos los ciudadanos de la Argentina.  Ellos son:

  • PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD: Este principio está dado por colaboración y por responsabilidad social, para que un porcentaje de los sueldos, genere los aportes obligatorios de los afiliados, conformando un sistema solidario que le brinda la misma calidad de atención de la salud a todos por igual. Además se consigue financiar todas las PRESTACIONES que pudiera demandar la POBLACIÓN BENEFICIARIA objeto de dicho sistema.
  • Este principio que dignifica el aporte del afiliado (Aporte más contribución obligatorio), genera “la financiación que da respuesta a un objetivo determinado”. En definitiva, depende solidariamente de la capacidad de todo el conjunto social donde cada afiliado por ser sujeto social, resuelve situaciones que exceden a sus posibilidades individuales.
  • PRINCIPIO DE PERTENENCIA. Los Beneficiarios de las Obras Sociales (OOSS) son “dueños” de los recursos producidos por medio del diferimiento de un porcentaje del sueldo (concepto de APORTE) asegurando que la Población Beneficiaria bajo cobertura, participe además en las decisiones de los destinos de esos Fondos para solucionar y resolver problemas comunes que individualmente no se podrían, cómo lo son la cobertura de prestaciones de altos costos, medicación, transplantes, etc. Este propósito de resolver problemas comunes, es lo que da sustento conceptual a la creación de las OOSS por rama de actividad; siendo éstas, Entidades de Administración de Fondos de Terceros.

 

Situación generada a partir del DNU 70/2023 y sus Decretos reglamentarios.

 

La situación actual debe ser analizada en el contexto que se generó a partir del Decreto 504 del año 1998; que da origen al sistema de Desregulación de OOSS,  por el cual desde ese momento, se habilita la posibilidad a los afiliados de OPTAR a qué OOSS redirigir sus aportes.

 

En aquel entonces, dicha opción, podía ser ejercida sólo entre OOSS. La novedad del Dcto 172/24 de Milei, es que incorpora al Listado de Entidades que pueden recibir directamente aportes de la Seguridad Social, el Listado de empresas de Salud con fines de Lucro; desvirtuando de esta forma cual es el objetivo final del destino de los recursos, ya que a partir del DNU, dichos recursos pueden destinarse a otros fines y no solo a Prestaciones de Salud.

 

 

Por otro lado, el concepto de OPCIÓN en nombre de la Libertad de elegir cada afiliado donde derivar sus Aportes, rompe con los principios solidario y de pertenencia, ya que si bien sigue siendo obligatorio, la posibilidad que elija, no garantiza la conformación de un sistema solidario que le brinde la misma calidad de atención de la salud, a todos por igual. De esta forma se desvirtúa también el sentido de pertenencia, al desaparecer el concepto de asociación por afinidades. Por lo tanto, la idea de que, a partir de la declamada libertad de opción; el MERCADO REGULA la calidad y nivel de prestaciones, es una falacia porque lo que en definitiva se intenta es hacerse de un mercado CAUTIVO, desvirtuando los objetivos para los cuales fue creado, introduciendo en el listado, empresas de naturaleza diferentes que no garantiza que la aplicación de los recursos de la Seg Soc terminen siendo derivados a otros fines y no para lo cual fueron creados. En definitiva, es la puja entre dos modelos: El solidariamente social y el individualista. ”Maximiliano DallAglio

 

Conclusión

 

Las obras sociales son -en su concepción y creación- de la sociedad argentina organizada y no puede un Presidente arrogarse la potestad de avasallar la libertad del pueblo (tan proclamada por el Libertario) y hacer con sus aportes y salarios un negocio para empresas privadas, quitándole a las entidades sectoriales y sociales, el derecho de crearlas, administrarlas y controlar la mejor atención en salud para sus  asociados que con sus aportes, también son sus dueños. Por lo tanto al temor solo lo vence la esperanza que asiste a los argentinos cuando unidos y organizados con decisión, trabajo y esfuerzo, defendemos - cueste lo que nos cueste - la libertad de crear y potenciar nuestras instituciones.

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