martes 08 de octubre de 2024 - Edición Nº2134

Análisis | 17 sep 2024

GEOPOLITICA COMPARADA

San Martín se mimetizó con la Logia Lautaro, pero nunca fue masón


Por:
Lic. Jorge Nelson Poma ✍️

Introducción:

Esta presentación que parece una investigación histórica, en su prognosis histórica, posee un descomunal impacto geopolítico, el que intentaremos describir y descubrir los porqués, de las relaciones que se le adjudican a San Martín a través de la “Leyenda Negra” y los fundamentos valederos que lo sitúan en la verdad.

 

Mahatma Gandhi dijo “Existe tu verdad, mi verdad y la verdad”, a lo que le sumamos que la “Leyenda Negra” se basa en la metáfora: miente, miente y miente, que algo quedará.

 

También el Gral. Manuel Belgrano posee un papel preponderante en la destrucción de la “Leyenda Negra” sobre la conducta, actitud y religiosidad del querido prócer apodado “El Santo de la Espada” de nuestra historia, de hoy y de siempre. 

 

Recordemos en el marco de esta introducción, que el Gral. San Martín, educado en colegios Católicos, tanto en el Río de la Plata desde muy temprana edad, como luego en España, en universidades y en el Regimiento de Murcia, desenfundó su espada en los combates y batallas en defensa de España contra las invasiones napoleónicas.

 

En la situación señalada es que, el Héroe de los Andes, decide regresar a su tierra natal, con la finalidad de desarrollar un plan de defensa contra la agresión napoleónica a España y su posible impacto en Hispanoamérica; es nuestro deseo que los españoles comprendan que San Martín luchó contra los leales al Rey José 1ro, hermano de Napoleón y no contra España.

 

Necesitamos imperiosamente desestimar las fábulas de muchos autores sobre San Martín masón o católico, recordando que también existieron logias con objetivos evangelizadores, pero no sucedió lo mismo con la siniestra Logia Lautaro.

 

La temática de marras es en extremo complicada, por ello no lo observamos desde un punto de vista exclusivamente histórico, sino con las repercusiones geopolíticas que produce, la vida, las luchas, las victorias y derrotas en los Virreinatos: del Río de la Plata y del Perú; como siempre expresamos, utilizamos una didáctica sencilla para la plena comprensión de la sociedad en todos los niveles de alfabetización.

 

Desarrollo:

 

Masonería:

 

Entendemos por masonería a las sociedades secretas con fines secretos, sin embargo, existen definiciones que ponderan objetivos como “libertad, fraternidad, igualdad”, obviamente provenientes de la Revolución Francesa, hay varias definiciones de autores varios con otros objetivos, los que supuestamente harían al bienestar y felicidad de los seres humanos.

 

Las definiciones señaladas, se contraponen a la realidad, cuyo misterios, secretos y objetivos verdaderos no se conocen a menos que sean miembros de la masonería elegida, pero en general podemos advertir que las francmasonerías de mayor impacto en ciertos períodos de la historia, definen ideologías disolventes, extrañas y especialmente anticristianas.

 

En 1717 se crea en Inglaterra la Gran Masonería, la que se extiende por todo el mundo, ya sus objetivos, dejaron de ser la arquitectura o albañilería, profesión de donde se origina su nombre “Macon” o “Masson” que significaba “albañil”, de lo expresado nace la simbología del compás, la escuadra, etc.

 

La Logia Lautaro:

 

Entidad fundada por el venezolano Francisco Miranda en 1798 en Londres–Inglaterra, cuya finalidad principal fue la disolución del Imperio Español, en especial el Hispanoamericano; luego estableció filiales en París y Madrid en 1807.

 

Recordemos que Napoleón invadió España en 1808, apresando al Rey Fernando VII, tal vez motivado por la Logia Lautaro de París, dejando a Hispanoamérica sin Rey y por consiguiente sin Virreyes, así nace un pensamiento revolucionario en toda Hispanoamérica; en el que participó Simón Bolívar en Venezuela como el principal líder masónico de la Revolución para la disolución del Imperio Hispanoamericano a favor de los británicos.

 

Una filial de la Logia Lautaro, se estableció en el Río de la Plata, en el año 1812, se llamó así en honor al líder de Arauco, el “Toqui Lautaro” quien mantenía frecuentes relaciones con los británicos; entendemos que en ese momento se cambió el nombre de Araucano a Mapuches, en franca influencia británica; agregando que ningún pueblo es “originario”, sí existieron pueblos o etnias prexistentes, vale decir que antes de nosotros existieron otros y antes de esos otros, existieron otros y recorriendo sucesivamente por miles de años.

 

Continuando con el relato de marras, muchos próceres sudamericanos de Venezuela, Ecuador, Chile, del Río de la Plata, etc., se inscribieron como afiliados a la Logia Lautaro en calidad de masones; aclaramos que en aquella época, pertenecer a una logia fue muy común, una especie de moda de la época con distintos objetivos e intenciones.

 

Simultáneamente a lo señalado, se incorpora en la Logia Lautaro de Londres, el siniestro objetivo de la Guerra a la Religión Católica Apostólica Romana y la disolución del Imperio Español como el peor y más peligroso enemigo del Imperio Británico.

 

San Martín necesitó imperiosamente conocer los objetivos, planes e intenciones del Imperio Británico para Hispanoamérica; entendemos que es por la razón aludida que se incorpora a la Logia Lautaro, como uno de los principales Libertadores de América, tal como ya lo habían concretado O’Higgins de Chile, Simón Bolívar de Venezuela y muchos más.

 

La Logia Lautaro, no masónica, fue fundada en Buenos Aires por San Martín, Alvear y Zapiola, con la finalidad política de lograr la independencia americana, pero sin incluir la guerra a la religión, tal como fue la Logia Lautaro de Londres. 

 

San Martín viajó a Inglaterra, en tal sentido lo señalado constituyó un pase al conocimiento de los planes británicos, satisfecho con su propósito, regresó al Río de la Plata y comenzó a desarrollar el Plan Continental para la Independencia de Sudamérica; pero dejó la Logia Lautaro y fundó la “Sociedad Patriótica” o como la denominan otros autores “La Gran Logia de Buenos Aires”, cuyos objetivos no fueron precisamente pro británicos.

 

Se cumplió el Plan Continental, tal como lo esperaban los británicos, salvo que San Martín insistió en el dictado de la Independencia del Río de la Plata con el agregado de: “y . . . de toda otra potencia extranjera . . .”, en franca referencia a que no dependería del poder británico tampoco; parafraseando a Arturo Jauretche: no debemos cambiar de collar, sino, dejar de ser perros.

 

Deducimos que el Gral. San Martín se infiltró en Inglaterra, a través de la Logia Lautaro, sin compartir sus objetivos, pero sí en forma de espionaje encubierto para desarrollar su plan continental, con el Gral. Güemes en el Norte de la actual Argentina, el Comandante Andrés Guacurarí y Artigas en el Litoral o actual Misiones, en el Río de la Plata la Flota Naval del Almirante Brown o el “Corsario del Plata” Hipólito Buchardo y el Ejército de los Andes desde Cuyo para liberar Chile, Perú y Ecuador.

 

Hacemos un salto cuántico en honor a la brevedad, evitamos los detalles de la titánica empresa que desarrolló San Martín y muchos otros próceres, con una perfecta coordinación en tan vasto territorio; terminada la misión autoimpuesta por el “Cóndor” como fue apodado San Martín, emprendió su regreso al Río de la Plata. 

 

Por entonces, ya se encontraba a cargo del Río de la Plata el súbdito británico Bernardino Rivadavia, el que por orden de la masonería británica, manda emboscar y matar al Gral. San Martín, pero un gran patriota, el Caudillo López Jordán de la Provincia de Santa Fe, advirtió a San Martín sobre su posible asesinato.

 

Fue entonces que se instaló en Francia liberada de Napoleón, sin poder hacerlo en Inglaterra por ser su acérrimo enemigo, ni en España por ser cuestionado, al continuar su lucha por la Independencia Sudamericana, habiéndose recuperado España de la invasión napoleónica a partir de 1812. 

 

Poco tiempo después de Radicarse en Francia, San Martín volvió, presuntamente llamado por el Coronel Manuel Dorrego, y al llegar se enteró del asesinato de ese gran patriota, por lo que no bajó del barco, pues se supone que los rivadavianos lo querían matar.

 

La Religiosidad del Gral. San Martín:

 

El Gral. San Martín fue un Católico Apostólico Romano, el 16 de marzo de 1812 el Gobierno le encomendó la creación de un cuerpo militar, él recorriendo los batallones de Patricios, eligió a los mejores soldados, quienes eran aquellos que fueron seleccionados para lanzar la granada en cada grupo, los reunió, los monto a caballo y los llamó “Granaderos a Caballo”, reglamentó el quehacer cotidiano de los mismos, entre los cuales incluyó las prácticas del buen cristiano.

 

Lo señalado lo recuerda el Coronel Manuel A. Pueyrredón en sus “Memorias”, publicadas en 1947:

“Después de la lista de diana se rezaban las oraciones de la mañana, y el rosario todas las noches en las cuadras, por compañías, dirigido por el sargento de la semana”.

“El domingo o día festivo, el regimiento, formado con sus oficiales, asistía al santo sacrificio de la Misa, que decía en el Socorro el capellán del regimiento”. “Todas estas prácticas religiosas se han observado siempre en el regimiento, aun mismo en campaña. Cuando no había una iglesia o casa adecuada, se improvisaba un altar en el campo, colocándolo en alto, para que todo el regimiento pudiera ver al oficiante”.

 

Asimismo el 12 de septiembre de 1812, contrajo enlace matrimonial en la Catedral en cumplimiento de lo establecido por nuestra Madre Iglesia, en tanto que en la Misa semanal los recién casados comulgaron.

 

El 3 de febrero de 1813, se libró la Batalla de San Lorenzo, San Martín victorioso y agradecido con los Frailes del Convento, quienes eran todos españoles, les envió una carta de agradecimiento, a través del encargado García, entre los párrafos expresa:

“Diga usted un millón de cosas a esos virtuosos religiosos; asegúreles usted los amo con todo mi corazón, y que mi reconocimiento será tan eterno como mi existencia”.

 

Durante la preparación del Ejército de los Andes, recordó el Gral. Jerónimo Espejo en su libro “El paso de los Andes”: “Los domingos y días de fiesta se decía misa en el campamento y se guardaba como de descanso . . . Los cuerpos formaban al frente del altar en columna cerrada, estrechando las distancias, presidiendo el acto el General acompañado del Estado Mayor … concluida la misa el Reverendo José Lorenzo Güiraldes dirigía a la tropa una plática de 30 minutos”. 

 

En la “Leyenda Negra”, existen autores que expresa que, su actitud teológica fue de apariencia frente a las tropas, las pruebas demuestran lo contrario; ya en Montevideo preparando su viaje al exilio en el viejo mundo, asistió cotidianamente a la misa de los domingos, según Francisco A. Gómez:

“Era San Martín muy religioso . . . lo vi en la iglesia matriz, sobre todo en la misa de los domingos, donde concurríamos infaltablemente”

Completando lo señalado, desde Grand Bourg en 1843, recordaba San Martín a Tomás Guido sobre las misas oídas al ecónomo fray Juan Antonio Bauzá:

“Entre las cartas de felicitaciones recibidas desde Chile, hay una del reverendo Bauzá, que lo creía en la eternidad hace más de 10 años, según me lo habían asegurado. Lo tiene usted de canónigo de Santiago. Yo no dudo que las misas que diga en el día no serán tan expeditivas como las que nos decía en tiempos de antaño”.

 

El 5 de enero de 1817, previo a la partida del cruce de los Andes, San Martín nombró Patrona y Generala del Ejército de los Andes a la Virgen del Carmen, simultáneamente a la jura de la Bandera de los Andes, fueron testigos del hecho Jerónimo Espejo y Damián Hudson, más los 16 mil fieles en la Ciudad de Mendoza.

 

San Martín en el altar presentó la Bandera y su Bastón de Mando para la bendición, luego colocó su Bastón en la mano derecha de la Virgen del Carmen; luego de Chacabuco y Maipú, el General O’Higgins hizo  lo propio el 14 de marzo de 1818, nombrando a la Virgen del Carmen: “Patrona y Generala de las Armas Chilenas”.

 

Muchas pruebas documentales se encuentran en el Archivo General de la Nación y también en la Iglesia de San Francisco en Mendoza, junto a la Virgen Santísima de Nuestra Señora del Carmen, que luce el Bastón de Mando del General San Martín, con documentación probatoria firmada por San Martín.

 

Un piadoso testimonio más, relatado por Olazábal y recién publicado el 5 de octubre de 1972, el que contribuye a pulverizar la “Leyenda Negra” escrita por los enemigos de Hispanoamérica:

“Rosario de madera del Monte de los Olivos, perteneciente al Gral. San Martín, a quien se lo regalara la hermana de la Caridad (Julia María), que cuidara de él después de la Batalla de Bailén contra Bonaparte en 1808, de la que fue levemente herido . . . San Martín lo usó siempre, y hasta, en ocasiones, se lo vi suspendido en el cuello debajo de la casaca y a manera de escapulario”.

 

El 9 y 10 de julio de 1821, San Martín entró en Lima declarando la Independencia del Perú, se ofició en la Catedral un Tedeum y pontificó el Arzobispo; en tanto que el 8 de octubre del mismo año, aclarando para nuestros queridos hermanos peruanos que creen que San Martín fue masón, les recordamos con todo cariño y respeto el primer artículo del Estatuto del Perú redactado por nuestro prócer de marras:

“La religión católica, apostólica, romana, es la religión del Estado: el gobierno reconoce como uno de sus primeros deberes el tenerla y conservarla por todos los medios que estén al alcance de la prudencia humana. Cualquiera que ataque en público o en privado sus dogmas y principios, será castigado con severidad, a proporción del escándalo que hubiere dado”. Art.3º: “Nadie podrá ser funcionario público, si no profesa la religión del Estado”.

 

Al dejar su cargo de Protector del Perú, para retirarse definitivamente de la vida pública, el 20 de septiembre del año 1822, toma juramento a los que integrarían el Primer Gobierno Patrio del Perú, entre las formalidades de la fórmula de Juramento, incluyó lo siguiente:

“¿Juráis conservar la Santa Religión Católica Apostólica Romana, como propia del Estado; y conservar en su integridad el Perú?”

 

Ricardo Rojas, autor del libro “El Santo de la Espada”, expresa reconociendo su lealtad y llaneza, como varios autores más que mantienen ésta afirmación:

“No existe ningún documento para probar que San Martín haya sido masón.”

 

Finalmente un Arzobispo español en el Perú, de nombre Las Heras, tomó el ingreso del Ejército Libertador a Lima como una agresión o arbitrariedad contra España; luego de una reunión secreta con San Martín, salió con beneplácito al expresar que se respetarían todos los dogmas y preceptos de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana por compromiso de San Martín, cuestión que ya fue probada con el primer artículo del Estatuto para el Gobierno del Perú a través de su protectorado.

 

Conclusiones:

  • ¿La masonería manda a matar a un hermano masón? Fundamento sólido que demuestra que San Martín no fue masón, sólo usó la masonería para infiltrarse en Inglaterra.
  • El masón es ateo por exigencia, San Martín fue Católico Apostólico Romano y lo que hizo no le dio explicaciones algunas a nadie; que lo crean masón fue muy conveniente contra los enemigos de España y de la Patria naciente.
  • San Martín continuó respetando y asistiendo a toda festividad religiosa del catolicismo, como fue: asistir a misa los domingos y fiestas de guardar, utilizar símbolos religiosos, como toda otra exigencia de la San Madre Iglesia Católica Apostólica Romana.
  • Después de su encuentro con Simón Bolívar, verdadero masón confeso, renunció a toda relación con la masonería y se dedicó a su vida privada manteniendo sus ejercicios espirituales católicos.
  • El peor enemigo de la masonería es el Cristianismo, así lo demuestran muchos documentos de los estatutos de diversas logias que incluyen la “Guerra contra el Cristianismo”, a lo que adhieren un sinfín de sectas diabólicas.
  • San Martín se mimetizó con la Logia Lautaro para penetrar en los secretos británicos, pero no existen pruebas positivas que encuadren a San Martín como masón; en los estatutos de la Logia Lautaro del Río de la Plata como la Posterior Sociedad Patriótica, no existe el párrafo que declare la guerra contra el Cristianismo
  • La masonería argentina colocó una placa en el lugar de nacimiento en Yapeyú, tierra de las Misiones Jesuíticas, hoy perteneciente a la Provincia de Corrientes – Argentina, con una clara finalidad de sembrar dudas sobre la religiosidad de San Martín, contribuyendo a mantener la “Leyenda Negra” sobre España e Hispanoamérica.
  • España aún hoy, se encuentra con dudas sobre el Gral. San Martín, comparándolo con Simón Bolívar, el cual fue súbdito de su graciosa majestad británica al igual que Bernardino Rivadavia en Argentina de aquellos momentos.
  • La traición de San Martín a los dictados británicos, al unir todo el ex Virreinato del Río de la Plata con el ex Virreinato del Perú, consolidando una sola Nación Independiente de toda potencia extranjera, fue la razón más que suficiente para que Londres lo mandara a asesinar a través de Rivadavia, cuyo objeto fue un fracaso por la advertencia de un Caudillo fiel a la empresa de los Andes.
  • El Arzobispo Las Heras, tomó las órdenes de San Martín como una intromisión en los asuntos de la Iglesia, la cual debe mantener su independencia, fue una realidad que demuestra que, en contra posición a la “Leyenda Negra” y como deber de estricta justicia de todo Ciudadano de bien, nos corresponde mantener viva la llama y sin desvíos de historiadores oportunistas, mantener los valores de nuestra más preciada tradición:

 

EL GRAL. JOSÉ DE SAN MARTÍN NUNCA FUE MASÓN.

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