Patagonia | 11 nov 2024
El gobierno ya no plantea dudas sobre la estación espacial china en Neuquén
Eric Torrado - Malvinas en la Mira
La estación espacial china, ubicada en el paraje Quintuco, cerca de Bajada del Agrio, ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia desde su construcción en 2017. Sin embargo, las recientes inspecciones realizadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) han demostrado que las actividades allí son transparentes y científicas. Durante estas visitas, se recorrieron todas las áreas operadas por personal chino, incluyendo la sala técnica de monitoreo y la antena principal.
Días atrás, medios nacionales, visitaron la estación espacial china. En dicha ocasión los periodistas pudieron recorrer todas las áreas de la base y tomar fotografías de sectores puntuales, excepto las pantallas del centro de comando. Durante la visita, se destacó el uso científico y pacífico de la base, alineado con las declaraciones del gobierno del Presidente Milei.
En abril, el vocero presidencial Manuel Adorni defendió públicamente la base, afirmando que no había personal militar chino en la instalación y que las actividades eran de naturaleza civil. Adorni subrayó que las inspecciones realizadas no detectaron ninguna actividad militar, y que la cooperación con China se centraba en fines científicos. En mayo, el entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse, reafirmó ante el Congreso que la base tiene un propósito exclusivamente civil y que no existen acuerdos secretos o reservados con China. Posse destacó en aquella oportunidad que el gobierno argentino puede visitar la base en cualquier momento y que ya se han realizado más de 20 visitas oficiales en los últimos cuatro años.
Además, en un gesto diplomático, China ha ofrecido llevar a un astronauta argentino al espacio, en un acercamiento que busca fortalecer la cooperación científica y tecnológica entre ambos países.
La opinión pública aguarda ahora definiciones del Gobierno Nacional respecto del radar espacial y militar de LeoLabs, en Tierra del Fuego, perteneciente a una empresa que provee servicios al Ministerio de Defensa Británico. Al igual que sobre la estación de Neuquén, INVAP y la CONAE se pronunciaron en su debido momento sobre el radar en Tolhuin, solo que, a diferencia del caso de Neuquén y el de la estación de la Unión Europea en Malargüe, concluyeron que el radar de LeoLabs SÍ constituye una amenaza a la seguridad nacional dada la probada capacidad para uso militar y de inteligencia con la que cuenta el aparato.
Descontando la responsabilidad y los hechos de corrupción en que habría incurrido el gobierno fueguino para instalar un arma británica en la provincia de Malvinas, el Gobierno Nacional dispone de todas las opciones (y obligaciones), incluyendo el uso de la fuerza pública, para proteger a los ciudadanos argentinos de la grave amenaza que significa este radar espacial y militar de la OTAN. La pregunta es si el Presidente Milei estaría dispuesto a intervenir en Tierra del Fuego para garantizar nuestra soberanía, haciendo uso de las facultades que ya dispone desde hace casi un año y que, hasta ahora, ha ignorado dando continuidad a la decisión sobre LeoLabs que tomó el entonces presidente Alberto Fernández.
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