viernes 17 de enero de 2025 - Edición Nº2235

Análisis | 19 dic 2024

San Martín, Masonería y Religiosidad. (2°Parte)


Por:
Jorge Nelson Poma.

Introducción:

 

La Geopolítica Comparada, como en el caso de la geopolítica general, puede ser “Sectorial”, vale decir: Militar, Política, Diplomática, Sanitaria, etc., en este caso es “Sectorial en la Religión”; en la primera parte, o sea el primer documento ya difundido, llevamos a cabo una detallada investigación sobre la masonería y su relación con el Gral. José de San Martín.

 

En esta segunda parte, continuaremos con las campañas a Chile, Perú y Ecuador por añadidura, conteniendo los lazos y la profunda Fe que unió al Caudillo de los Andes, con “La Virgen Generala”.

 

Las Batallas de Chacabuco, Maipú y la Expedición al Perú, su relación con la religiosidad Católica Apostólica Romana, tal vez como la principal arma de batalla, distinguieron su coraje y determinación de grandes convicciones para llevar a cabo, ésta descomunal epopeya.

 

Recordamos que San Martín combatió por España contra las invasiones napoleónicas en la Península Ibérica, en tanto en Hispanoamérica continuó su lucha contra los leales a Napoleón que obedecieron al “Rey de España José I” desde 1808, recordamos también que España se independizó de Napoleón recién en 1812.

 

Puesto que por lo señalado, advertimos que el pensamiento en el Río de la Plata, no fue contra España sino contra Napoleón y su hermano José I, lo cual comenzó a consolidarse entre 1808 y estalló en 1810 con el nombre de “La Revolución de Mayo de 1810”, con su líder y principal ideólogo, cual fue, el Gral. Manuel Belgrano.

 

El Gral. San Martín, siguió la ideología de la Revolución de Mayo, formando el primer ejército que combatió a los leales a Napoleón en Hispanoamérica, cual fue en “La Batalla de San Lorenzo”.

 

Con el tiempo, España logró su recuperación e independencia de Napoleón en 1812, pero la campaña por la libertad primero e independencia luego “. . . de toda potencia extranjera . . .”, condujo a España a comprender que habría perdido a todo su imperio en América.

 

Para nosotros fue tarde a causa de la intromisión napoleónica; de haberse mantenido libre nuestra “Madre Patria”, habría sido impensado dejar de ser una Patria Grande Española, como ahora lo deseamos, con la reunificación hispanoamericana.

 

El Gral. José de San Martín, donó su bastón de mando a la Virgen del Carmen, cuando se juró fidelidad a la Bandera de los Andes y nombrando “Patrona del Ejército de los Andes” a nuestra Santísima Madre, cual luce en ésta imagen, el Bastón de Mando del Gral. San Martín.

 

Continuamos pulverizando la “Leyenda Negra” escrita por los enemigos de la Hispanidad, con los fundamentos documentados en el Archivo General de la Nación y que el Padre Cayetano Bruno en su magistral obra denominada “La Virgen Generala”, demuestra la farsa mencionada.

 

Esta ponencia no detalla las batallas y vicisitudes de las campañas, combates, luchas, victorias, derrotas y expediciones, sino que apunta a demostrar la Fe Católica Apostólica Romana en toda su amplitud e intensidad.

 

Desarrollo:

 

Batalla de Chacabuco:

 

Durante los aprestos militares para el comienzo de la Epopeya más grande del mundo incluyendo a la de Aníbal y Alejandro Magno, también se realizaron aprestos Católicos a cargo del Capellán Castrense José Lorenzo Guiraldes, quien propuso en las reglamentaciones cotidianas para el Ejército de los Andes, una Misa semanal pública en Cuyo, rogando por el éxito de la expedición destinada al Reino de Chile, cuya partida se realizó el 18 de enero de 1817 con el doblar de las campanas de la Iglesia como despedida; el bando piadoso de Cuyo, tiene una parte central que expresa lo siguiente:

 

“Unamos nuestros votos y deprecaciones en las aras del altar sagrado para que bendiga Dios desde lo alto nuestras almas y conceda un espíritu doble (es copia textual al que doble podría tomarse como noble) a las valerosas legiones que se preparan a la lid tan deseada  . . . Se empezará este novenario a la hora acostumbrada. Es deber de los buenos patriotas el señalarse en estos actos de piedad: la causa de Dios y de la Patria tienen un vínculo indisoluble inspirada por el Supremo Hacedor.”

 

El día previo a la Batalla, el Gral. O’Higgins, renueva el juramento de fidelidad realizado en Cuyo y nombra a la Virgen del Carmen “Patrona de Chile y Generala de sus Armas”, al amanecer del 12 de febrero, cuando las cumbres de Chacabuco son iluminadas por el púrpura del amanecer, las tropas rezan el avemaría más fervoroso que hayan rezado en la vida; impulsado por esa Fe y Promesa, O’Higgins, se lanzó al ataque prematuramente y milagrosamente, el Regimiento de Granaderos a Caballo comandados por Zapiola y Escalada, pudo salvar esa situación que O`Higgins lo tomó como el milagro esperado por la sensibilidad de sus plegarias.

 

Ya al mediodía de aquel reverdecer de las virtudes guerreras del Gral. San Martín, sus jefes dependientes, el Estado Mayor y todos los Oficiales, Suboficiales y Soldados, los cuales según se dijo alguna vez: “Podrán ser igualados, pero superados jamás”, festejaban el triunfo de Chacabuco con enorme júbilo y alegría hasta las lágrimas, sumado al agradecimiento al Cielo por haberles brindado el primer hito en la descomunal epopeya de los Andes, con una magnanimidad en la victoria a pesar del agotamiento hasta los huesos por la marcha previa de la Cuesta de Chacabuco.

 

Obviamente que antes del crepúsculo, se desarrolla una procesión engalanada con el encabezamiento de la Patrona del Ejército de los Andes la Virgen del Carmen, a cuyos pies depositaron algunos de los trofeos obtenidos durante la Batalla, de ella fue la victoria de “La Virgen Generala”, bajo su Maternal Patriotismo ella infundió el espíritu indomable de nuestros guerreros; a todos ellos se los ovacionaron con el replicar de campanas, fuegos y cañonazos.

 

Al enterarse Pueyrredón en Buenos Aires del triunfo de Chacabuco, agregó gran algarabía, que duró varios días, en toda la Ciudad y recordó aquel intercambio de correspondencia, en la cual Pueyrredón, quien ayudó logísticamente a la Campaña de los Andes, cuando le expresó a San Martín: lo que usted emprende es imposible, a lo que San Martín le contesta, será imposible pero es imprescindible.

Chile levanta una ermita en el lugar de la Batalla, en honor a la Reina del Cielo, plagada de poesías de diversos autores en honor a la Virgen, entre ellos dice uno “De fidelidad emblema, es de estos muros la piedra, que corazones chilenos, alzaron para su Reina”.

 

El pueblo chileno en su inmensa Fe Católica, se distanció de Argentina, muchos años después y por influencias británicas, con la finalidad de obtener riquezas ganaderas desde Argentina, para cambiarlas por armas, en las que mucho tienen que ver los nativos disfrazados de Mapuches.

 

Batalla de Maipú:

Durante el primer aniversario de la victoria de Chacabuco San Martín, O’Higgins y demás funcionarios declararon la Independencia de Chile con una fórmula que comienza así: “Juro a Dios y prometo a la Patria . . . y de cualquier otra nación extranjera”, el pleno convencimiento que es la voluntad del Eterno.

 

Concluyendo los actos en la Catedral con la celebración de la Santa Misa presidida por San Martín, y el Director Supremo de Chile el Gral. O’Higgins, brindan expresiones como: “. . . el más íntimo y tierno reconocimiento a los singulares favores que ha recibido la Patria, del Dios de los Ejércitos, autor y protector de la libertad de los hombres, por la intercesión de María Santísima bajo el título del Carmen”.

 

Se desarrolla la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818, en los campos de Maipo y Los Cerrillos, con este hecho se consolida la Independencia de Chile; no se describe el desarrollo de la misma por no interesar a esta ponencia, pero sí importa en honor a esta gloriosa victoria, que Chile erige un templo en honor a la Santísima Virgen, bajo la advocación del Carmen.

 

El emblema de honor y agradecimiento a la Virgen del Carmen no puede ser pergeñado por la masonería, sólo por Católicos Apostólicos Romanos, entre ellos San Martín y O’Higgins.

 

La Sorpresa de Cancha Rayada: podemos señalar este hecho como la noche negra previa a Maipú, una descomunal prueba del Cielo a la Fe Católica y el temple del Soldado que no pudieron doblegar.

 

Sin detallar el combate, el que se encuentra en abundante bibliografía, sólo expresamos que la mayor sorpresa se llevó a cabo por el compartimiento del terreno, que se puede resumir en grandes zanjones y graves obstáculos para la caballería comandada por Las Heras y a la que San Martín hábilmente la pudo proteger con otras tropas y desprenderlas de sus oponentes.

 

En uno de los párrafos del parte de San Martín a Buenos Aires, expresó sobre el 5 de abril o desarrollo   de la Batalla de Maipú: “La acción principió a las doce del mediodía y concluyó a las oraciones”, otra prueba de la Fe Católica sanmartiniana antimasónica.

 

Durante el Aniversario Nº 100 o Centenario de la victoria de Maipú, el periódico “La Unión de Santiago”, escribió el Dr. Mariano Ossa “En lo más recio del combate, según contaba al que suscribe el señor don José Zapiola, militar en la misma batalla, el general San Martín, viendo flaquear un ala del ejército, gritaba a la tropa entusiasmado: “Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Carmen, nos dará la victoria, y aquí mismo le levantaremos la iglesia prometida para conmemorar este triunfo”, después de las memorables palabras del general San Martín, cargan las tropas con ímpetu irresistible y se pronunció (la copia es textual pero podría tomarse a pronunció como que concretó) el triunfo de toda la línea.”

 

En pleno fragor del combate, se presenta O’Higgins mal herido en Cancha Rayada, encabezando con la imagen de la Virgen del Carmen, que encontró en la iglesia de los padres agustinos, un pequeño escuadrón lo acompañó y al llegar, abrazó a San Martín delante de la imagen citada y allí mismo San Martín, marcó con su espada el sitio donde se levantará la iglesia de la Virgen del Carmen por la victoria alcanzada.

 

Así como estas síntesis de relatos aislados, demuestran la falsa pertenencia a la masonería, sumado al acostumbrado hermetismo de San Martín, quien no brindó nunca explicaciones a nadie, apoya todo lo antibritánico con sus aliados de turno, y valga como prueba su apoyo incondicional a Juan Manuel de Rosas y su descomunal victoria en la Vuelta de Obligado y final en Punta Quebracho.

 

Señores españoles, los sanmartinianos amamos a la Madre Patria España, nos sentimos hispánicos y el último suspiro del enfrentamiento contra el enemigo británico y de la OTAN, se encuentra constituido por el honor y la gloria de la Batalla por Malvinas y todos los archipiélagos del Atlántico Sur y su proyección antártica.

 

Operación de infiltración:

 

Nuestro Gral. San Martín luchó para y por España contra las tropas napoleónicas, con sólo recordar su valiente actuación en la Batalla de Baylén de la cual salió herido, deducimos el amor por España que dispone hasta dar la vida por la Patria.

 

Muchos españoles creen ser enemigos de San Martín; sólo recuerden que desde 1808 España quedó en manos de los masones franceses de Napoleón, cuestión muy favorable a los británicos en razón a que su peor y más temido enemigo fue y es España y aquellos que aman a su madre Patria, como lo es Argentina y muchos países hispanoamericanos más.

 

Nos preguntamos que hace un policía para infiltrarse en una organización mafiosa, es obvio que deducimos que se debe mostrar como un verdadero delincuente cruel y despiadado, en el más profundo secreto del cual ni siquiera sus mejores amigos se enterarán, por el contrario creerán que ese policía se volvió un corrupto delincuente.

 

Lo señalado, constituye una ejemplificación de aquello que llevó a San Martín a fundar una sucursal de la Logia Lautaro en el Río de la Plata, fue tan bien pergeñado el plan que los británicos, expresado en criollo: “se tragaron el sapo”; pero con sólo saber que en el estatuto de la logia mencionada se borró el objetivo fundamental impuesto por la Logia Lautaro de Londres de eliminar a la Iglesia Católica Apostólica Romana.

 

Esta operación de infiltración, brindó el respaldo y la seguridad ante el poder inglés de creer que San Martín fue uno de sus agentes británicos, tal como fue el Gral. Simón Bolívar; de este modo San Martín fue el gran manipulador de los británicos con la finalidad de su verdadero objetivo de unir a toda Sudamérica Hispana bajo la tutela de un príncipe español.

 

Lo señalado, deducimos que fue la principal diferencia con Simón Bolívar, Masón auto confeso, durante la entrevista en Guayaquil.

 

El orgullo inglés mal herido por las desobediencias de San Martín durante su reservado accionar, hizo que la masonería francesa, a modo de satisfacción para con los británicos, ante el fallecimiento de San Martín, le mandó construir un mausoleo en Boulogne Sur Mer, fingiendo el agradecimiento por los servicios prestados.

Sin embargo en Argentina, sus restos mortales, los que viven en los corazones apasionados de argentinos, peruanos, bolivianos y otros más, se encuentran depositados en la Catedral de Buenos Aires, lo que demuestra la verdadera Fe Católica de nuestro amado prócer.

 

Muchos españoles suponen la traición de San Martín contra España, sin embargo, la Revolución de Mayo de 1810, fue contra el Imperio Napoleónico, la cual mantenía cautiva a España; aclarando que los realistas a los que se combatió en América, fueron leales al Rey de España José I, hermano de Napoleón, de origen francés y no contra España, en todo caso podemos hablar de una guerra civil entre leales a España contra leales a Napoleón. ¿Se entiende?

 

Conclusiones:

  • La Logia Lautaro fundada por San Martín en el Río de la Plata como una sucursal de la Logia original, deja de ser masónica al quitarle entre sus artículos el objetivo de destruir la Iglesia Católica Apostólica Romana, transformándola de la “Sociedad Patriótica”.
  • La Fe demostrada por nuestros patriotas, pulveriza la cizaña de la masonería de demostrar lo contrario; desenmascararlos como lo estamos haciendo a través de la Reunificación Hispanoamericana, constituye un acto que para las entidades satánicas de marras es imperdonable.
  • Cabe aclarar que tanto San Martín como Belgrano, pretendían una sola Nación Sudamericana, con las costumbres españolas en toda su extensión, en plena contraposición al objetivo masónico de: cambiar del amo español al amo inglés.
  • Mientras Belgrano quería una sola nación hispana con un Rey Inca independiente del Imperio Napoleónico que tomó a España; San Martín pretendió una sola Nación a cargo de un príncipe español, esta cuestión fue inaceptable para el masón confeso Simón Bolívar, quien cumplimentando órdenes de Londres, se distanció de las pretensiones sanmartinianas.
  • La victoria de Chacabuco y la entrada triunfal de San Martín en Santiago, entusiasmó al pueblo chileno, el que por Asamblea, propuso que San Martín se desempeñara como Gobernador de Chile, a lo que éste rechazó, en la Asamblea siguiente fue designado el Gral. O’Higgins “Director Supremo del Estado de Chile”, quien en su primera providencia, nombró al Gral. San Martín “Generalísimo del Ejercito Unido” de Chile y Argentina; hoy la masonería anglosajona logró cierta enemistad entre Chile y Argentina, cuestión que debemos aniquilar.
  • Existen escritos en Internet que insisten en la “Leyenda Negra”, por ejemplo: quien puede dudar del Gral. Manuel Belgrano como Católico Apostólico Romano y como él muchos otros; sin embargo aparece como miembro de la masonería más satánica.
  • Monumentos y nombres de plazas y calles con elogios para Sarmiento, Mitre, Rivadavia y muchos otros más; rinden homenaje a los que constituyeron los miembros más diabólicos de la masonería anglosajona.
  • San Martín se mimetizó en la fundada Logia Lautaro con la finalidad de acceder a los planes británicos y utilizarlos a su favor, sin dejar de amar a la Madre Patria España a quien defendió durante las invasiones napoleónicas.
  • Para los británicos y franceses, les fue muy conveniente hacerse ver como que a San Martín lo tenían prisionero través de la masonería, con la finalidad de demostrarle a España que dominaban todas las herramientas del poder, entendemos que España lo creyó completamente, no así con todos nuestros sanmartinianos católicos, los que sabemos es que la disputa entre San Martín (masón mimético o falso masón) y Bolívar (masón británico confeso), con sólo recordar que Bolívar deseaba al amo británico, en contra de San Martín que pretendió una Sudamérica unida bajo un Príncipe Español.

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