domingo 16 de junio de 2024 - Edición Nº2020

Opinión | 15 nov 2020

El peligroso juego de tensionar la cuerda


Poco después de haber ganado las elecciones, el gobernador Mariano Arcioni se vio imposibilitado de pagar los sueldos de la administración estatal en tiempo y forma. Y aún hoy, a más de un año y medio de haber renovado su mandato, no puede hacerlo.


Esto, no es una novedad. Ya había ocurrido tiempo atrás luego de la muerte del ex mandatario chubutense, Mario Das Neves. Pero Arcioni logró su reelección, en gran parte, gracias al apoyo de los sindicatos luego de haber acordado un aumento salarial, que pocas semanas después no podría cumplir. 


La irresponsabilidad de la gestión chubutense despertó el enojo de los trabajadores. Motivos tenían y tienen porque, como se dijo, Chubut sigue sin poder pagar de manera regular. A noviembre de 2020, adeuda algunos salarios de agosto y septiembre, además del medio aguinaldo. 


En reiteradas ocasiones, las calles de la capital provincial se vieron desbordadas de empleados estatales que reclamaban el pago de sus salarios. No hubo más respuesta que el silencio.


Pero como si fuera poco, en medio de este clima caótico, el Gobierno chubutense vuelve a tensionar la cuerda con uno de los temas más sensibles para la ciudadanía provincial: la megaminería.


“Hoy tenemos la oportunidad histórica de aportar para la República Argentina y que nuestra provincia salga de la postergación que estamos teniendo en zonas muy distantes, como la zona de la Meseta. Ahí tenemos un proyecto muy importante por el que estamos iniciando una zonificación”, señaló Arcioni durante la presentación del Plan Estratégico Minero Argentino, de la que también participó el ministro de Producción nacional, Matías Kulfas. 


“Somos convencidos de que estamos dando por primera vez una discusión con un sustento académico, tecnológico, científico, que nos va a permitir salir de esta discusión del sí o el no para hablar de una vez por todas de cómo hacer minería”, agregó el Gobernador.


Las declaraciones despertaron, nuevamente, el rechazo popular. Hubo manifestaciones frente a la Casa de Gobierno. Se registraron serios incidentes y posteriores detenciones de activistas ambientales, a quienes las fuerzas de seguridad fueron a buscar a sus domicilios con las caras tapadas y armadas hasta los dientes.


Es que Chubut es una de las provincias pioneras en la lucha contra la megaminería. Allá por 2002, la avanzada de la empresa Meridian Gold en territorios cordilleranos para la instalación de proyectos de extracción con utilización de cianuro, provocó una ola de manifestaciones autoconvocadas por vecinos de la zona que lograron detener el desembarco de la multinacional. 


A partir de entonces, el NO A LA MINA se convirtió en un verdadero lema de la Provincia que ahora, casi 20 años después, tiene que volver a recordar.
El proyecto de zonificación presentado propone habilitar la megaminería en el 64% del territorio provincial. Asimismo, no reúne los requisitos legales establecidos en la Ley 5001, aprobada en mayo de 2003, que prohíbe la actividad minera metalífera en la modalidad de cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción de minera.


La zonificación, además, solamente puede ser realizada por el Consejo Provincial del Ambiente, un organismo multisectorial constituido por representantes del Gobierno Provincial, Legisladores, ONG´s, Municipios y Comunas Rurales y actores del ámbito académico y empresario.


De llevarse a cabo, Pan American Silver tendría el visto bueno para comenzar a operar en la Meseta con el Proyecto Navidad, que prevé la extracción de plata y plomo en uno de los depósitos más grandes del mundo. La empresa ya adquirió el proyecto en 2010 a través de la compra de Aquiline Resources Inc.
Este yacimiento se encuentra a 35 kilómetros de Gastre, localidad ubicada en el norte de la provincia de Chubut, en un territorio que supera las 10 mil hectáreas de extensión, con una producción que podría superar las 90 millones de toneladas en 17 años.


Debido a la dispersión en el terreno del mineral que se quiere explotar, la extracción se debería hacer a través de un sistema que requeriría el consumo masivo de agua, donde el recurso no abunda y, como si fuera poco, la principal fuente hídrica recorre casi la totalidad del territorio provincial, poniendo en riesgo a gran porcentaje de la población chubutense. 


En este contexto vale preguntarse, ¿a qué juega Arcioni? ¿No tiene ya demasiados problemas como para sumar uno más? ¿Cuál es la necesidad de tensar una vez más la cuerda? ¿O será que para él, la plata vale más que el agua y sus propios votantes? 
 

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