martes 08 de octubre de 2024 - Edición Nº2134

Análisis | 1 ene 2021

Nuevo mundo multipolar* (3° Parte)

🌐 El Bloque Oriental se configura como futuro poder mundial multidimensional


A partir de la caída de la Unión Soviética, la globalización geopolítica occidental avanzo hacia el este en Europa1 devorando todo a su paso sin siquiera respetar acuerdos preexistentes donde la OTAN se expandió hasta la vecindad de Rusia, principal heredero de la URSS, amenazando su seguridad generando concomitantemente la tensión política, económica y militar contemporánea.

 

La acción del Norte Globalizador y del Bloque Atlantista2 genero desde hace tiempo un reacción en oriente a causa de la cual una Nueva Arquitectura Geopolítica Global está asomando con fuerza, con la posibilidad cierta de cambiar el eje de un Mundo Unipolar virándolo hacia un Mundo Multipolar3, dejando atrás cinco siglos de esa ola del Occidente Colonialista yendo hacia el Oriente generando nuevas jerarquías en relaciones de poder de la política internacional.”

 

El eje principal del Bloque Oriental está formado por la entente Ruso-China4 que están trabajando juntas para demoler las “reglas” que el Occidente Colonialista ha formulado para mantener su hegemonía económica y financiera, en el entendimiento que solo así podrán lograr un multilateralismo real en las relaciones internacionales para promover una globalización más equitativa, justa y razonable.

 

El ministro de Exteriores Lavrov ruso aseveró que empezará "una era de transición hacia una verdadera multipolaridad”6 donde prime el equilibrio de intereses y que, si bien Occidente resistirá con fuerza, sus intentos serán vanos. 

 

En China, una potencia militar nuclear, la estructura industrial y la cadena de producción se encuentran entre las más avanzadas y modernas del mundo con una gran capacidad en la generación de capital y la construcción de mercados; mientras que Rusia, una de las dos superpotencias nucleares,  es rica en recursos naturales, posee una gran base industrial, tecnológica y agrícola". 

 

El 4 de febrero de 2022, en una declaración histórica Xi Jinping y Vladímir Putin acordaron formar un nuevo sistema de "gobernanza global"7 que uniría a Europa y Asia a través de una "conectividad de estructuras, alta velocidad ferroviaria y distribución colaborativa de recursos energéticos", donde también planearon fusionar la Unión Económica Euroasiática8 con la Franja de la Ruta de la Seda del Siglo XXI9.

 

Además, ya el comercio bilateral entre Pekín y Moscú, se está llevando a cabo mediante el uso en las transacciones de sus respectivas monedas nacionales, contribuyendo al proceso global de desdolarización10, donde también se plantean terminar de crear soporte financiero con la infraestructura bancaria y de intercambio digital para dar el basamento necesario al comercio y las transacciones.  

 

A estos dos colosos principales debe sumarse un tercer actor como la República Islámica de Irán, potencia militar regional que ha logrado crear un complejo militar industrial para producir su propio armamento. Irán es una nación con ascendencia en el medio oriente11, que posee una gran riqueza energética basada en sus yacimientos de hidrocarburos, que además geopolíticamente tiene gran control sobre el mar arábigo y el estrecho de Ormuz12 principal vía de salida del petróleo del medio oriente.  

 

Hay decisión de Pekín de darle un fortísimo impulso, junto a la Federación Rusa y la República Islámica de Irán a un camino de relaciones y desarrollo cooperativo que conduzca a la consolidación de un nuevo balance del poder global. Una visión y práctica de multilateralidad, que se constituye en sí, en un enorme eje dinamizador de nuevas relaciones internacionales en el más amplio sentido de la palabra.

 

Estos tres países tienen un gran denominar común y es que ya EE.UU los ha identificado como adversarios o enemigos y en los tres casos EE.UU  ha desarrollado acciones agresivas concretas en terreno para tratar de acotar su injerencia geopolítica y geoeconómica.

 

EL POLO DE PODER MULTIDIMENSIONAL DEL SIGLO XXI

 

Para dar basamento cierto al Bloque Oriental existe ya en Asia un gran entramado de organizaciones regionales de envergadura como la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental)13, la Unión Económica Euroasiática (UEE)14, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC)15, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y  algunas de envergadura extracontinental como los BRICS. 

 

La mayoría de estas  organizaciones tiene como participes o asociados a los colosos asiáticos y denota la progresiva integración económica, comercial, de seguridad continental, asociaciones que poseen colectivamente inmensos recursos naturales y reservas energéticas, con el mayor porcentaje de población del planeta, con los recursos militares suficientes que permitan un desarrollo soberano sin incidencias imperiales extranjeras, por lo que se puede extrapolar su futuro como el mayor Polo de Poder Multidimensional del Siglo XXI. 

 

La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS)16 y su sinergia futura con el advenimiento de BRICS+17  (Brasil, Rusia, la India, China, Sudáfrica + Argentina, Irán, Argelia, etc) puede apreciarse como la vanguardia del mundo multipolar emergente, diseñado para expandirse a todo el Sur Global.

 

“La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y el grupo BRICS deberían estrechar su cooperación y mejorar la coordinación de los países miembros, mantener la paz y la estabilidad en la región y en todo el mundo", declaró el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en una reunión con el embajador ruso en Pekín, Ígor Morgúlov. 

 

Los Estados miembros de la OCS representan aproximadamente una cuarta parte del PIB mundial, alrededor del 44 % de la población mundial y ocupan 60 % de Eurasia.

 

Esta futura sinergia de la OCS y el BRICS+ llevará a Beijing a impulsar lo que ya ha sido conceptualizado como la Estrategia de los Tres Anillos por Cheng Yawen18, del Instituto de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái.

 

Otro dato relevante en el continente es que el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)19, Ente supranacional que alberga las principales Petro-monarquias propietarias de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, con su principal actor Arabia Saudita a la cabeza han cambiado últimamente su centro de gravedad, dejado de ser vasallos subordinados de occidente y han entablado importantes acuerdos con el Coloso Chino que empieza a ser un actor importante en la región, lo que preanuncia malas noticias para futura del Hegemon occidental en el golfo.

 

LA ERA DEL DRAGON

 

One Belt, One Road Initiative o BRI (Belt and Road Initiative), conocida en castellano como Nueva Ruta de la Seda del Siglo XXI20, es un gran proyecto internacional lanzado por la República Popular China en el año 2013. Consiste esencialmente, en el establecimiento de dos rutas multimodales combinadas, una de infraestructuras terrestres y otra marítima, que mejorarían las conexiones chinas tanto en el continente asiático como hacia occidente, pasando por Asia Central, el Cáucaso, Asia Occidental y finalmente África y Europa. 

 

El objetivo implícito de la Nueva Ruta de la Seda, en palabras de Henry Kissinger, es nada menos que “trasladar el centro de gravedad del mundo desde el Atlántico al Pacífico, es un proyecto encaminado a establecer una red geoeconómica internacional de apoyo que integre económica y comercialmente al 70% de la humanidad a través de Eurasia.

 

LOS TRES ANILLOS CHINOS

 

Durante el periodo unipolar la jerarquía centro-periferia de Occidente se ha perpetuado como regla implícita en las relaciones internacionales de gobernanza; donde el centro controla las reglas económicas y financieras del sistema global y la periferia solo acata lo ya decidido en el centro.  

 

China y Rusia, por su contrapeso económico para el bloque occidental y por sus estrictos controles de capital, eran los dos últimos obstáculos para un total control estadounidense y de sus Elites de poder de la periferia global.

 

Según este análisis, China establece como contramedida la Estrategia de los Tres Anillos21 para instaurar desde sus intereses nacionales un nuevo sistema global que debería degradar jerárquicamente los países en función de su importancia para el relacionamiento con el Dragón Chino, para promover de esta forma un nuevo sistema internacional basado en la cooperación Sur-Sur y poder así reestructurar estratégicamente sus relaciones con el Bloque Occidental Atlantista. 

 

Entonces, ¿cómo se implementarían los Tres Anillos Chinos para un Nuevo Sistema Global?

 

El Primer Anillo son los países vecinos de China en Asia Oriental, Asia Central y Medio Oriente.

En el primer anillo está generando una serie de instituciones supranacionales de índole económica (OCS), comercial, financiera, en infraestructura (Ruta de la Seda del Siglo XXI) y de seguridad para generar las sinergias regionales que consoliden este primer anillo.  

 

El Segundo Anillo es la gran cantidad de países en desarrollo en Asia, África y América Latina.

En el segundo anillo china se ha convertido en el principal socio comercial de países africanos y latinoamericanos22 donde principalmente exporta mercancías de diversa índole, obras civiles e importa alimentos y materias primas para su aparato industrial.

 

El Tercer Anillo se extiende a los países industrializados tradicionales, principalmente Europa y Estados Unidos.

En el tercer anillo mantiene un relacionamiento comercial generalmente superavitario, donde además ha implementado la compra de empresas occidentales para adquirir sus marcas, sus tecnologías y sus patentes o para utilizarlas como introductores de insumos industriales chinos terminados o en sus componentes. 

 

Algunas de las empresas emblemáticas occidentales sobre las que china adquirió una participación patrimonial importante son:  Syngenta por parte de ChemChina, Pirelli (Italia), Lumileds (Holanda), EDP (Portugal), Tepma (Francia), Peugeot (Francia), Uralkali (Rusia), Nidera (Holanda), Supercell (Finlandia), Kions (Alemania), Volvo (Suecia), etc.

 

PELIGROS INTERNOS DEL BLOQUE

 

El bloque asiático tiene algunas divergencias y conflictos internos, por lo que más allá de las coincidencias y sinergias que se van sedimentando en el tiempo existen algunos peligros internos que pueden conspirar para su consolidación como el mayor bloque de poder multidimensional del Siglo XXI. Si bien existen muchos conflictos regionales mencionaremos solo los dos más relevantes

 

1-CONFLICTO INDIA-CHINA

 

India que se prefigura como la tercera potencia económica mundial para dentro de 15 años, es un actor económico, político, militar y demográfico importante dentro del BRICS y a escala regional. 

 

Si bien el intercambio comercial y el relacionamiento con China es progresivo, todavía tiene varios conflictos fronterizos irresueltos con China, el otro coloso asiático e integrante también del BRICS. 

 

Por otra parte India, teniendo un pragmatismo basado en su interés nacional, pivotea tanto con el bloque oriental como así también con algunas iniciativas de seguridad militar del bloque occidental; como su participación en el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral23, también conocido como QUAD, que es un foro estratégico informal entre Estados Unidos, Japón, Australia e India que se mantiene mediante cumbres semirregulares, intercambios de información y ejercicios militares entre países miembros. QUAD, que junto con el AUKUS y el ANZUS son iniciativas todas de contención militar a China el océano pacifico e indico.

 

2-LA RIVALIDAD ARABIA SAUDITA – IRAN

 

La rivalidad regional entre Arabia Saudita (Islamismo wahabita) e Irán (Islamismo Chiita) en la zona del golfo pérsico, la mayor reserva petrolera del mundo, más allá de sus tintes religiosos tiene connotaciones geopolíticas por quien establece su esfera de influencia sobre la región, algo conflictivo que conspira para la sinergia del bloque asiático. 

 

Existe la posibilidad futura que la buena relación existente de China y Rusia con ambas naciones probablemente las encaucen en la vía del entendimiento mutuo en función de los intereses comunes existentes en el Bloque Oriental.

 

CONCLUSIONES de la TERCERA PARTE:

 

Los 5 siglos de colonialismo occidental y el reciente Mundo Unipolar con la Ola Globalizadora Neoliberal parece estar llegando a su fin, donde posiblemente quede constituido un Bloque Occidental Atlantista (G7) con conflictos internos y menoscabado en su posibilidad de establecer sus dictados en la lógica centro-periferia  por el cambio de Era que lo debilitaran pero que no impedirán que siga siendo un actor importante a escala global.

 

Por otro lado, empieza a esbozarse un Bloque Oriental con posibilidades de constituirse como el principal Bloque de Poder Multidimensional que en sinergia con el Sur Global lograra establecer nuevos paradigmas relevantes de relacionamiento entre las naciones a escala planetaria en un Mundo Multipolar.

 

A.R.

 

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