Entrevistas | 7 jul 2024
Laborismo al poder ...
Malas noticias para la aristocracia imperial británica 🏴☠️
A la luz del reciente triunfo aplastante del Laborismo Británico el Proyecto Neoimperial Global Britain probablemente se resentirá.
En el pasado los republicanos de EE.UU. (Bush) junto con laboristas británicos (Tony Blair) fueron funcionales a la Globalización de las Elites de Poder Atlantista, pero solo fueron parte de un proceso que culminó con dos hechos geopolíticos disruptivos, cuando ya fue evidente que la Globalización terminó siendo solo favorable a esas Elites Económicas Occidentales, a las Empresas Multinacionales y a China, pero generando problemas de seguridad y socioeconómicos internos en los países occidentales centrales.
Estos hechos fueron:
- El Brexit en el Reino Unido y la posterior formulación del Proyecto Global Britain.
- El triunfo de Trump en EE.UU. y su “Make America Great Again “
La culminación de la Globalización tampoco puede comprenderse en su integralidad explicándolo exclusivamente desde los objetivos de las Elites de Poder sin poner dentro de la ecuación, como factor incidente en el cambio, a los pueblos de los países centrales cuales tuvieron su cuota de protagonismo para que existiera un Brexit y un Trump con su “Make America Great Again “
A partir de ahí y del posterior acuerdo en el Consenso de Cornualles se revitaliza el papel de los Estados como participes del proceso de rediseño global con las premisas del re-shoring de empresas (en particular en EE.UU.) y desde el G7 se genera una geopolítica y geo-economía de contención al Eje Euro Asiático y en particular el G2 (China y Rusia).
En 2021 el Consenso de Cornualles, que fue desarrollado en respuesta a la pandemia mundial por el Panel de Resiliencia Económica del G7, en el mismo se propuso poner fin a la liberalización del comercio como un fin en sí mismo; usar la inversión pública y un libro de reglas reescrito para dar forma y crear mercados, y desplegar el poder de las instituciones multilaterales como así también de los gobiernos, para que sirvan como control de las corporaciones multinacionales en una variedad de áreas.
El Consenso de Cornualles propone una renovada asociación entre el gobierno de los países centrales, sus elites y las empresas para enfrentar los grandes desafíos sociales del momento como la pandemia, el cambio climático, pero también la desigualdad social, la precariedad laboral, la desarticulación del sistema productivo de los países centrales provocada por la globalización y la competencia con China.
Hoy el altar del Globalismo (Davos) ya huele a cadáver y el rediseño geopolítico de EE.UU. le hará pagar el costo a Europa Continental si gana Trump… si hay una sorpresa del lado Demócrata puede ser otra la historia.
A la luz del triunfo aplastante del Laborismo Británico el Proyecto Neoimperial Global Britain se resentirá en función de políticas internas del Reino Unido que privilegiaran las necesidades socio-económicas locales por sobre los intereses de las elites de poder británicas.
Quizás también este escenario favorecerá que surjan improntas secesionistas al calor de nacionalistas en Escocia, a pesar de su mala performance electoral, y de Unionistas en Irlanda del Norte. La pérfida Albión Inglesa está en un momento de debilidad.
De ganar Donald Trump en EE.UU. probablemente el mundo tendrá una transición con mayor calma del paso del eje de poder desde el Poder Atlantista hacia el poder del Bloque Multilateral de los BRICS+ con su centro de gravedad Euroasiáticos en el G2 (Rusia – China).
También desde el punto de vista del interés soberano argentino posiblemente se abrirá un marco más flexible para llegar a entendimientos favorables en la negociación de la soberanía sobre Malvinas.
Por supuesto que para poder aprovechar esta coyuntura será necesario contar con un gobierno fuertemente imbuido en los valores de la Causa Nacional cosa que hoy no ocurre.
Ariel Rolfo