miércoles 11 de diciembre de 2024 - Edición Nº2198

Opinión | 15 abr 2024

consideraciones post 2 de abril

🇦🇷 Malvinas en clave de Gesta


Por:
Luciano R. Moreno Calderón (UMA) 🪶 ⚔️

Habiendo pasado casi dos semanas de los actos conmemorativos por el 2 de abril, me decidí a hacer una serie de artículos para explicar de manera precisa algunos conceptos que los diferentes representantes que disertaron en estos actos vertieron (u omitieron verter) en sus alocuciones. Uno de ellos, y el primero sobre el que me voy a referir, es al concepto Gesta.

 

Antes, debo aclarar que estas notas no pudieron salir antes producto de todos los acontecimientos de público conocimiento sucedidos posteriores a esa memorable fecha, como ser el caso de la visita de la Jefa del Comando Sur a la provincia y el presidente de la nación: un tema sobre el cual escribí un artículo llamado “Una apátrida hipocresía que não tem fim”, que invito a leer.

 

2 de abril y gesta

 

En el 2 de abril, según Ley 25.370/2000 "Día del Veterano y de los Caídos en la guerra en Malvinas”1, se conmemora y rinde homenaje a los que combatieron en Malvinas, a aquellos que fueron y volvieron2 para ser testimonio vivo del valor y la dignidad argentina, y a aquellos que, embanderados de valores dignificantes del amor a la patria, dieron su vida por defenderla (632)3.

 

En esta fecha que busca honrar a nuestros veteranos y, en principio, para honor de los homenajeados, debemos saber que no es liviano en términos conceptuales usar -no utilizar o incluso negar- la palabra GESTA para calificar lo ocurrido en 1982. Analicemos la palabra primero para luego ahondar en el por qué de su importancia, no solo por la verdad histórica, sino para los que honramos el 2 de abril.

 

Gesta -del latín gesta (=hazaña4, hecho heroico)- quiere decir, en sus diversas acepciones: (1) conjunto de hazañas de un personaje o un pueblo5 y/o (2) conjunto de hechos memorables6. Es decir que, en síntesis, tomando ambas acepciones  que se complementan, podemos decir que GESTA es aquella “hazaña o conjunto de hechos memorables de una persona, colectividad o pueblo”.

 

Desde este concepto podemos ver que la palabra gesta no solo describe un acto pasado (en este caso la guerra), sino que busca calificar algún componente de ese episodio de manera positiva: a nuestros veteranos y caídos. ¿Por qué digo esto? Porque la palabra gesta, está vinculada a la palabra hazaña desde su mismo origen7, y esta significa “acción o hecho, especialmente ilustre, por ser señalado como heroico”. ¿Quiénes son los que realizaron acción o hecho? Nuestros caídos y veteranos; aquellos que fueron a pelear con un enemigo inmenso para terminar con una usurpación colonial, criminal, injusta y amenazante. ¿Por qué son héroes nuestros caídos8 y veteranos (aunque ellos no gusten del término para sí mismos)? Porque héroe es aquella “persona que realiza una acción abnegada en beneficio de una causa noble”.

 

Entonces, ¿por qué es importante para nuestros veteranos que califiquemos como gesta la recuperación de nuestro territorio usurpado por el colonialismo británico en 1982?

 

Hace algún tiempo, entrevisté al Dr. Enrique Stein9, una verdadera eminencia en la psiquiatría, especialista en estrés postraumático que atendió a muchos combatientes de Malvinas, y él, ante mi pregunta de si era psicológicamente  lo mismo para los veteranos haber participado en una guerra que haberlo hecho de una “gesta”, me respondió10:  Una cosa es una Gesta, y otra cosa es una agresión imperial, que no tiene nada que ver con la justicia sino con una expansión colonial, de ocupación de territorio y apropiación de riquezas”.

 

“Por esa diferenciación terminológica, no es un detalle secundario hablar de Gesta, como tampoco lo es insistir en la malvinización, porque este evento -la guerra del Malvinas-, como la gesta sanmartiniana, es algo que no se va a olvidar y tampoco se tiene que olvidar, por varios motivos, uno de los cuales es que Malvinas es un punto estratégico que tiene plena vigencia por su proyección antártica, su control sobre el paso al Pacífico y el control del Atlántico y su enorme cantidad de riquezas. Por eso es hay una base militar, no solo británica, sino de la OTAN”.

 

Hablar de gesta, y entender el por qué lo fue la guerra de Malvinas, es importante no solo para honrar la verdad histórica11, sino para honrar a nuestros caídos y veteranos que, mas allá de quién los puso en el horror de la guerra (una dictadura genocida), fueron a pelear por una causa justa y acompañados por un pueblo que se reunió en las plazas para apoyar la patriada de ir a recuperar lo que nos pertenece, y que con tanta altanera impunidad se nos negaba y sigue negando. No es lo mismo para un ex combatiente saber que el horror por el que pasó (una guerra) tuvo un fundamento legítimo y que lo transforma en una gesta patriótica, que haber sido un peón sin patria ni pueblo. No es lo mismo para los familiares de quienes hoy custodian nuestro irredento terruño desde la islas o la gélidas y argentinas aguas del Atlántico Sur, ni tampoco los familiares que acompañan a nuestros veteranos en la posguerra.

 

No es lo mismo hablar de gesta que no hacerlo o desacreditarla. Debemos entender que toda tergiversación de este concepto es un afilado instrumento del enemigo, no solo para minar nuestros derechos soberanos buscando instalar que la guerra generó un perdida de derechos –cuestión que la propia Resolución 37/9 del 4 de noviembre de 198212 de la Asamblea Gral. de la ONU desmiente-, sino para seguir arrebatándonos combatientes que, abrumados, buscan terminar con su vida producto no solo del abandono del Estado sino de hacerles creer la falacia que no solo no ganó la guerra que peleó por la patria y la bandera argentina, sino que por su culpa perdimos las Islas.

 

No es inocente la negación de conceptualizar la guerra del Malvinas como una gesta, y tampoco lo es pretender decir que ese acto de recuperación incruenta del 2 de abril y la defensa de nuestro territorio recuperado generó una pérdida de derechos para nuestro país. Todo este es un relato mentiroso meticulosamente montado e implantado por la hábil y entrenada diplomacia británica -junto con su Embajada- que a lo largo de la historia ha logrado cosechar muchos socios y adeptos internos, incluso entre los que se hacen llamar anticoloniales, que son los principales colaboracionistas excretores de estos discursos13 de solapada desmalvinización.

 

Gesta, Causa y Cuestión, como trinidad de malvinización

 

Hablar de “Gesta” y entender la trascendencia cultural que tiene ese concepto, tiene vital importancia para el sostenimiento no solo de la “Cuestión” sino la “Causa” Malvinas. No por azar algunos sectores del cipayismo14 buscan tergiversar o extirpar -por ignorancia, por haber sido cobardes15, y/o, simplemente, por oportunismo político16- este calificativo.

 

Gesta, Causa y Cuestión se vinculan estrechamente, por lo tanto, para entender la importancia del primer concepto en tu totalidad, es muy importante tener una precisión de los dos últimos, por ello me parece muy interesante recordar una entrevista que hice al Dr. Carlos Alberto Biangardi Delgado17 en la cual el escritor especializado y mentor explica con enorme claridad cada uno.

 

La Cuestión18 Malvinas, se refiere al asunto –y análisis- técnico, político-jurídico, y el esfuerzo diplomático de la República Argentina desde el 3 enero de 1833 hasta la actualidad, para recuperar el islario”, también refiere a la Política de Estado -y el posicionamiento- que nuestro país construyó en torno a la recuperación de nuestras islas, mas allá de los vergonzantes vaivenes que observamos durante algunos gobiernos anglófilos y/o genuflexos.

 

La Causa19”, por otro lado, según Biangardi, es el “concepto sociológico, inserto en el pueblo argentino, que tiene la convicción -fundada en el soporte técnico de la ´cuestión´- de que le han robado parte de su territorio y no se lo han devuelto nunca.

 

Entendida la Causa como ´aquello que se considera fundamento u origen de algo, y motivo o razón para el obrar´, observamos que ésta es el sentimiento argentino que emana del histórico designio de la justa recuperación territorial de un suelo argentino usurpado, depredado y militarizado por el Reino Unido. Es la llama en el corazón de los argentinos bien nacidos que no se rendirán hasta recuperar el ejercicio pleno de soberanía sobre los territorios que la propia Constitución argentina expone como un ´objetivo permanente e irrenunciable del pueblo´ de la Nación.  

 

Por esta situación, explica Biangardi, la “Causa Malvinas” es lo que “el proceso de desmalvinización mas ataca: porque sabe que ningún gobierno puede romper esta Política de Estado de intentar recuperar el islario, mientras sea fuerte la Causa Malvinas. Si la Causa Malvinas se debilita, algún gobierno podría intentarlo. Y por ello todo el proceso de desmalvinización va a tratar de disminuir la Causa de Malvinas. Y por suerte se observa que esto no ocurrió. Y esto no ocurrió por un hecho particular: la Gesta de Malvinas"

 

En conclusión

 

Arrebatar el adjetivo calificativo20 de Gesta al proceder patriótico de recuperación de nuestro territorio de las manos del intransigente y altanero usurpador, es también devaluar la enorme fiereza, hombría, valor, abnegación y convicción con que combatieron nuestros soldados, salvo muy contadas excepciones21.

 

Sépanlo. Atacando la Gesta lo que se busca es quitar del inconsciente colectivo los valores dignificantes de aquellos que fueron a morir por la bandera y la justa causa de recuperación lo que nos pertenece. Asimilando la gesta de Malvinas con el proceder de la dictadura (diciendo que en Malvinas hay NN´s22, por ejemplo) lo que se busca es perpetrar un acto de franca traición a la patria que no podemos permitir y debemos denunciar, porque estos mismos sectores23 son los que, avanzando en su plataforma de malvinera desmalvinización24, buscan incluso instalar no solo ya la negación de gesta, sino que llegan hasta la vergüenza de querer negar la existencia de héroes en Malvinas25 aduciendo -sin vergüenza ni culpa real- que esa figura es una imposición patriarcal.

 

Por último, quien analiza el objetivo de este relato apátrida es la Dra. María Sofía Vasallo, y con la claridad que la caracteriza lo explica muy bien y pone en evidencia en su artículo “Malvinas, la dominación colonial y la deconstrucción de los héroes26: “Lo que se propone cuestionar, desarmar, desactivar es la figura de los héroes de Malvinas; porque están obstinados en despojar la dimensión épica de la guerra de 1982, fijarla como el último capítulo de la dictadura y poner en duda, el coraje y la osadía de muchos de quienes la protagonizaron contra y a pesar de las mezquinas intenciones de la Junta militar. Las acciones heroicas (individuales y colectivas) de los combatientes argentinos durante la guerra no son el invento de algunos “adoradores de las balas”, están documentadas, hay pruebas, testigos y testimonios. Han sido reconocidas, incluso por los británicos. Son poderosos hechos históricos, con un gran potencial movilizador. Y eso es lo que proponen desmontar; porque la comunidad, la nación, el pueblo argentino unido contra los adversarios históricos, da miedo e incomoda. Esto no es una “reivindicación edulcorada de la guerra”.

 

 

Luciano R. Moreno Calderón

Unión Malvinizadora Argentina

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